¡ERES MI HIJO!
GUÍA DE
ORACIÓN JUVENIL 28-10-18
GUÍA: Ven,
Espíritu Divino, envía un rayo de tu luz sobre nosotros. En nuestro interior,
te recibimos, te reconocemos, te adoramos. Gracias por tu presencia en
nosotros. te visualizamos unido a nuestro ser y haciendo en todo momento hijos
de Dios. Haznos fuertes en la fe, seguros en la esperanza, alegres en el amor. (Hacemos
nuestra esta oración y cada uno de sus sentimientos). SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE PETICIÓN, CRECIMIENTO
De la carta a los Hebreos (5,1-6):
Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo. Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy», o, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.»
Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo. Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy», o, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.»
GUÍA: Jesús
Hijo del Padre, sacerdote eterno, escogido para representarnos ante Dios.
Ofreces dones y sacrificios por nosotros. Comprendes nuestra ignorancia y
extravíos. Te vemos adorador del Padre y ofrenda para los hermanos. Confiamos en tu
presencia a favor de cada uno de nosotros. Te acogemos y alabamos. SILENCIO DE UNIÓN, AGRADECIMIENTO,
ALABANZA.
Del santo
evangelio según san Marcos (10,46-52):
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.» Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.» Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
GUÍA:
Ten compasión de mí, dice el ciego Bartimeo. Nuestra voz se levanta hoy para
decirlo por nosotros y por la humanidad.
Ten compasión de la humanidad, caída en tanto dolor y pesar. Sálvanos de tantas
ataduras y cegueras. Lo repetimos con sinceridad y con fe. Las descubrimos en
nosotros y alrededor. Como Bartimeo, podemos ver y ser curados. Estamos ante
Jesús y nos sentimos tocados por él. Escuchamos: Anda, tu fe te ha curado. SILENCIO DE PRESENCIA, FE, PETICIÓN
HACEMOS SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE
PARA REPETIR
ADORAMOS,
AGRADECEMOS, PEDIMOS PERDÓN, OTRAS PETICIONES
INVOCAMOS
A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑE EN EL CAMINO.
ORAMOS AL
PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS SALMO 125
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,/nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,/la lengua de cantares. R/.
Hasta los gentiles decían:/ «El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,/y estamos alegres. R/.
Que el Señor cambie nuestra suerte,/como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas/cosechan entre cantares. R/.
Al ir, iba llorando,/llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,/trayendo sus gavillas. R/.
la boca se nos llenaba de risas,/la lengua de cantares. R/.
Hasta los gentiles decían:/ «El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,/y estamos alegres. R/.
Que el Señor cambie nuestra suerte,/como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas/cosechan entre cantares. R/.
Al ir, iba llorando,/llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,/trayendo sus gavillas. R/.
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