REZA Y
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TEMA J Mensaje de Pascua 2024, 1
El mensaje de Pascua del Papa Francisco
nos llama de nuevo. Llama a nuestras mentes y nuestros corazones. Jesús es
quien puede cambiar nuestro mundo. Los jóvenes son parte importante en esta
transformación.
que salió hace dos mil años desde Jerusalén:
JESÚS NAZARENO, EL CRUCIFICADO, HA RESUCITADO
Con estas palabras
comienza el mensaje pascual del Papa Francisco del que cojo algunos párrafos.
La Iglesia
revive el asombro de las mujeres que fueron al sepulcro al amanecer del
primer día de la semana. La tumba de
Jesús había sido cerrada con una gran piedra;
y así también hoy hay rocas pesadas, demasiado pesadas, que cierran las esperanzas de la humanidad: la
roca de la guerra, la roca de las crisis humanitarias, la roca de las violaciones de los derechos humanos, la roca
del tráfico de personas, y otras más. También nosotros, como las mujeres discípulas
de Jesús, nos preguntamos unos a otros:
“¿Quién nos correrá estas piedras?”
(cf. Mc 16,3).
Y he aquí
el gran descubrimiento de la mañana de
Pascua: la piedra, aquella piedra tan
grande, ya había sido corrida. El
asombro de las mujeres es nuestro asombro.
La tumba de Jesús está abierta y vacía. A partir de ahí comienza todo. A través de ese sepulcro vacío
pasa el camino nuevo, aquel que ninguno
de nosotros sino sólo Dios pudo abrir:
el camino de la vida en medio de la muerte, el camino de la paz en medio de la guerra, el camino de la reconciliación en medio del odio, el camino de
la fraternidad en medio de la enemistad.
Hermanos y hermanas, Jesucristo ha resucitado, y sólo Él es capaz de quitar las piedras que cierran el camino hacia la vida. Más aún, Él mismo, el Viviente, es el Camino; el Camino de la vida, de la paz, de la reconciliación, de la fraternidad. Él nos abre un pasaje que humanamente es imposible, porque sólo Él quita el pecado del mundo y perdona nuestros pecados. Y sin el perdón de Dios esa piedra no puede ser removida. Sin el perdón de los pecados no es posible salir de las cerrazones, de los prejuicios, de las sospechas recíprocas o de las presunciones que siempre absuelven a uno mismo y acusan a los demás. Sólo Cristo resucitado, dándonos el perdón de los pecados, nos abre el camino a un mundo renovado.
Sólo Él nos abre las puertas
de la vida, esas puertas que cerramos continuamente con las
guerras que proliferan en el mundo.
ACCIÓN:
La resurrección de Jesús, por parte de Dios, canaliza todas las
esperanzas de las personas y de los pueblos. La fe nos lleva a recorrer el
camino y vivir una vida nueva. Nos disponemos a realizarlo con él.
¡Ha resucitado1Nos unimos a la alegría de la Iglesia y de toda la humanidad, al sentir el poder de Dios sobre Jesús y sobre todos. Caminamos con él.
ResponderEliminar"A través de ese sepulcro vacío pasa el camino nuevo, aquel que ninguno de nosotros sino sólo Dios pudo abrir: el camino de la vida en medio de la muerte, el camino de la paz en medio de la guerra," P. Francisco
ResponderEliminar"La mañana de Pascua: la piedra, aquella piedra tan grande, ya había sido corrida." Jesús resucitado va delante de nosotros. Confiamos en él.
ResponderEliminarEl camino de la paz en medio de la guerra, el camino de la reconciliación en medio del odio, el camino de la fraternidad en medio de la enemistad." Son puntos para avanzar. Cada día damos pasos, Jesús está entre nosotros.
ResponderEliminarSin el perdón de los pecados no es posible salir de las cerrazones, de los prejuicios, de las sospechas recíprocas o de las presunciones que siempre absuelven a uno mismo y acusan a los demás.
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