REZA Y COMPARTE JUVENIL
DOMINGO DE RAMOS, PASIÓN
GUÍA DE ORACIÓN JOVEN 24-03-24 Domingo de Pasión - Ciclo B
GUÍA: Domingo de Pasión, Domingo de Ramos. Nombres para terminar la cuaresma y empezar la Semana Santa. Jesús es aclamado como rey, Hijo de David. Siente que su hora está cerca. Nos acercamos a él y seguimos en su compañía. El mundo te necesita. Cambia nuestras vidas y construye un mundo nuevo. SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE ADMIRACIÓN, DE UNIÓN.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,6-11):
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
GUÍA: Reconocemos tu presencia entre los humanos. Tú no haces alarde de tu categoría de Dios, sino que te sometes al dolor y a la muerte. Pero eres elevado sobre todo. El Padre te glorifica. En ti la humanidad da gloria al Padre. Nos unimos a este proceso y lo asumimos en nosotros para vivir en ti y contigo. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE VERDAD, DE AMOR
Sal 21,8-9.17-18a.19-20.23-24
R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Al verme, se burlan de mí, hacen visajes,
menean la cabeza: «Acudió al Señor,
que lo ponga a salvo;
que lo libre, si tanto lo quiere.» R/.
Me acorrala una jauría de mastines,
me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,
puedo contar mis huesos. R/.
Se reparten mi ropa,
echan a suertes mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R/.
Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alabadlo;
linaje de Jacob, glorificadlo;
temedlo, linaje de Israel. R/
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (15,1-39):
C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
+ «Tú lo dices.»
C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
S. «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.»
C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó:
S. «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:
S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?»
C. Ellos gritaron de nuevo:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. «Pues ¿qué mal ha hecho?»
C. Ellos gritaron más fuerte:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:
S. «¡Salve, rey de los judíos!»
C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:
S. «¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.»
C. Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo:
S. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.»
C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, jesús clamó con voz potente:
+ «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.»
C. Que significa:
+ «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
S. «Mira, está llamando a Elías.»
C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo:
S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.»
C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:
S. «Realmente este hombre era Hijo de Dios.»
GUÍA: La Pasión se nos presenta con mucho detalle. Nos hace conocer el momento de la condena y la crucifixión. Pedimos acercarnos al momento y a la angustia de Jesús. Padre, perdónanos. Perdona nuestro pecado y haz que crezcamos en ser hijos y hermanos. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE AMOR, DE AGRADECIMIENTO.
SEGUIMOS LOS SENTIMIENTOS DE JESÚS, SU DOLOR, SU ENTREGA AL PADRE.
ACOMPAÑAMOS A JESÚS EN SU TRIUNFO, SU MUERTE, EN SU RESURRECCIÓN.
INVOCAMOS a MARÍA LA MADRE, QUE NOS ENSEÑE A ACOMPAÑAR A JESÚS.
NOS ACERCAMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.
CANTAMOS:
Arriba nuestros ramos
cantando al Señor
Arriba nuestros ramos
cantando al Señor
Bendito el que viene
en el nombre del Señor
Jesús nuestra esperanza
Jesús liberador.
Era un domingo
allá en Jerusalén
cuando en un burrito
Jesús entra a padecer
Todo el pueblo humilde
lo salió a recibir
y con entusiasmo
comenzaron a decir.
Pero el mejor canto
que Jesús quiso escuchar
fue el canto puro
de los niños del lugar
Ellos saludaban
a Jesús liberador
Cristo el esperado
de los pobres del Señor.
Hoy también nosotros
te queremos recibir
y por tu camino
serte fieles hasta el fin
Cristo nos conduces
hacia el reino de la luz
marcas nuestra huella
con la sangre de la cruz.
Llegan ya los días
de la Pascua del señor
Cristo con su muerte
nos da vida y salvación
Juntos revivamos
el misterio de la cruz
y compartiremos
el triunfo de Jesús.
El Domingo de Ramos nos lleva a la Pasión, muerte y resurrección de Jesús. Gloria y muerte. El Padre lo exaltará y glorificará. Agradecemos a Jesús, al Padre y al Espíritu Santo. Nos unimos a toda la Iglesia y a toda la humanidad. Pedimos perdón y amor.
ResponderEliminar"Actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz" Nos unimos a su sacrificio junto con toda la humanidad, para dar gracias al Padre, por medio de Jesús y del Espíritu Santo.
ResponderEliminar"Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa". En los días siguientes al triunfo de la entrada a Jerusalén, fue traicionado y objeto de burla. Visualizamos los hechos, ¿Nos sentimos implicados en ellos? Danos, Jesús, fortaleza en la fe y confianza para estar contigo.
ResponderEliminarJesús es aclamado como rey, Hijo de David. Siente que su hora está cerca. Nos acercamos a él y seguimos en su compañía. Admiramos el amor de Dios para la humanidad. Adoramos,agradecemos.
ResponderEliminarMe gusta
ResponderEliminarCambia nuestras vidas y construye un mundo nuevo. SILENCIO DE encuentro. Nos unimos a Jesús, en su vida muerte y resurrección.
ResponderEliminar«Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; que lo libre, si tanto lo quiere.» Decían algunos al ver a Jesús en la cruz. ¿Qué oración decimos nosotros? Padre Dios, guárdanos con tu poder y tu bondad.
ResponderEliminar