REZA Y COMPARTE JUVENIL
SI HABÉIS RESUCITADO CON CRISTO
GUÍA DE ORACIÓN J 31- 03-24 Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor
GUÍA: Jesús ha resucitado. Vive con la fuerza de su vida, de su verdad, de su amor. Si somos cristianos, tenemos la fuerza de la resurrección que transforma nuestra vida y la hace nueva cada día. Jesús, estamos aquí, te recibimos con el amor que nos da el Espíritu. Lleva nuestros pasos por tus sendas, que te descubramos en Galilea y en los momentos de nuestra vida. SILENCIO DE DESCUBRIR, DE CONFIAR, DE CAMINAR.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4):
HERMANOS:
Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.
GUÍA: Muertos con Cristo, podemos resucitar con él. Es tiempo de conocerte mejor, de buscar lo que Dios quiere para nosotros. Confiamos en ti y queremos sembrar la paz que tú nos das. Espíritu de Dios ven sobre nosotros, sobre el mundo. Renace cada día en cada persona y danos un corazón nuevo. SILENCIO DE COMUNICACIÓN, DE ESPERA, DE CAMBIO.
Sal 117,1-2.16ab-17.22-23
R/. Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia. R/.
«La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa».
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor. R/.
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente. R/
Secuencia
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9):
EL primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
GUÍA: Llegó María Magdalena, la piedra está quitada. Juan y Pedro también lo ven. La fe va surgiendo en ellos y recuerdan lo que Jesús había dicho. Al tercer día, él había de resucitar de entre los muertos. Visualizamos la escena, nos sentimos unidos a ellos y dejamos que brote la fe . Pedimos tu Espíritu, Jesús, para recibirte y renacer. SILENCIO DE ESPERA, DE VUELTA, DE UNIÓN
RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS Y DESEOS,
LOS PRESENTAMOS AL PADRE, AL HIJO, AL ESPÍRITU.
INVOCAMOS A MARÍA, MADRE DE JESÚS Y NUESTRA, PARA QUE ACOMPAÑE NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS.
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN QUE JESÚS NOS ENSEÑÓ: PADRE NUESTRO.
CANTAMOS:
Mirad, Jesús resucita hoy
Mirad, la tumba está vacía
El Padre ha pensado en Él
De los hombres es Señor
De la vida, Salvador
Mirad, Jesús resucita hoy
Mirad, vive a nuestro lado
La muerte no tiene poder
Proclamad por la fe que está vivo
Y somos libres porque
Él resucita hoy
Él vive entre nosotros
Es Cristo, es Señor
Aleluya, aleluyaMirad,
Jesús resucita hoy
Nos da la paz con su palabra
El gozo vuelve al corazón
Con su Espíritu de amor
Nuestra vida cambiará
Su amor no nos dejará
Su fuerza nos empujará
El será guía y luz
Esperanza y fortaleza,