REZA Y COMPARTE JUVENIL
¡NOS RESUCITARÁ!
GUÍA DE ORACIÓN JUVENIL 10-06-18
GUÍA: Aquí estamos, Jesús.
Tu presencia nos convoca, nos atrae, nos llama. La vida exterior también nos
llama y a veces, nos sentimos dispersos. La luz de Espíritu, la fuerza del
Padre y la acción de Jesús Hijo, une lo interior y lo exterior. Ellos hacen la
síntesis de Dios y de persona, para
llevar adelante la realidad personal. Lo asumimos en nosotros mismos. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE UNIÓN, DE
VIDA.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los
Corintios. [2 Cor. 4, 13 — 5, 1]
Hermanos:
Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.
Pues todo esto es para vuestro bien, a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios.
Por eso, no nos acobardamos, sino que, aun cuando nuestro hombre exterior se vaya desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando día a día.
Pues la leve tribulación presente nos proporciona una inmensa e incalculable carga de gloria, ya que no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; en efecto, lo que se ve es transitorio; lo que no se ve es eterno.
Porque sabemos que si se destruye esta nuestra morada terrena, tenemos un sólido edificio que viene de Dios, una morada que no ha sido construida por manos humanas, es eterna y está en los cielos.
Hermanos:
Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.
Pues todo esto es para vuestro bien, a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios.
Por eso, no nos acobardamos, sino que, aun cuando nuestro hombre exterior se vaya desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando día a día.
Pues la leve tribulación presente nos proporciona una inmensa e incalculable carga de gloria, ya que no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; en efecto, lo que se ve es transitorio; lo que no se ve es eterno.
Porque sabemos que si se destruye esta nuestra morada terrena, tenemos un sólido edificio que viene de Dios, una morada que no ha sido construida por manos humanas, es eterna y está en los cielos.
GUÍA: Quien resucitó a Cristo Jesús, nos resucitará también a
nosotros y nos hará estar con vosotros, dice san Pablo. Nuevamente la presencia de Jesús resucitado es quien nos
atrae y acompaña en la vida de la Iglesia, en la vida del pueblo de Dios.
Recibimos su presencia, la fuerza de su resurrección, que actúa en los
creyentes y que nos congrega como hermanos. Dejemos que venga a nosotros y nos
transforme. SILENCIO DE PRESENCIA, DE RESURRECCIÓN Y DE UNIÓN.
En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.
Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
El los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».
GUÍA: Hermanos y madre para Jesús, si hacemos la voluntad del
Padre. La condición es creer, recibir el amor del Padre y actuar como hijos, al
hacer su voluntad.
El desarrollo de la fe en los
pasos de escucha, asimilación y puesta en práctica, nos produce interrogantes que hemos de responder desde
la fe, confianza, amor y obediencia.
En silencio, vemos hasta dónde
somos familia de Jesús. SILENCIO DE FE,
CONFIANZA, AMOR, OBEDIENCIA
SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN
VALORAMOS, OFRECEMOS, PEDIMOS PERDÓN, DAMOS GRACIAS
INVOCAMOS A MARÍA, QUE ACOGE LA
PALABRA DE DIOS
NOS DIRIGIMOS A DIOS COMO PADRE NUESTRO: PADRE…
CANTAMOS
Querido Padre, cansado vuelvo a ti
haz que conozca en don de tu amistad
vivir por siempre el gozo del perdón
y en tu presencia la fiesta celebrar,
pongo en tus manos mis culpas Oh Señor
estoy seguro de que eres siempre fiel
dame las fuerzas para poder andar
buscando en todo hacer tu voluntad
Padre, yo busco tu amor,
Padre vuelvo a ti
mira que tu hijo soy
Padre vuelvo a ti. (2)
Lo reconozco, a veces olvide
que eres mi Padre y que a mi lado estas
que soy tu hijo y que me aceptas como soy
solo me pides vivir en sinceridad,
Quiero sentirme cercano a ti Señor
oír tu voz que me habla al corazón
sentirme libre desde tu libertad
ser signo vivo de la fraternidad.
haz que conozca en don de tu amistad
vivir por siempre el gozo del perdón
y en tu presencia la fiesta celebrar,
pongo en tus manos mis culpas Oh Señor
estoy seguro de que eres siempre fiel
dame las fuerzas para poder andar
buscando en todo hacer tu voluntad
Padre, yo busco tu amor,
Padre vuelvo a ti
mira que tu hijo soy
Padre vuelvo a ti. (2)
Lo reconozco, a veces olvide
que eres mi Padre y que a mi lado estas
que soy tu hijo y que me aceptas como soy
solo me pides vivir en sinceridad,
Quiero sentirme cercano a ti Señor
oír tu voz que me habla al corazón
sentirme libre desde tu libertad
ser signo vivo de la fraternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me gusta