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sábado, 1 de septiembre de 2018

PALABRA DE LA VERDAD



REZA Y COMPARTE JUVENIL

PALABRA DE LA VERDAD

GUÍA DE ORACIÓN JUVENIL 02-09-18

GUÍA: Nos acercamos a ti, Padre. Tu Palabra de verdad engendra la vida y sigue creando a tus criaturas. Tu Palabra sigue actuando en nosotros con verdad, con amor. Crea, Señor el hombre y la mujer nuevos. Deja que sintamos la vida como don y tarea. Te adoramos en lo que somos, te damos gracias. Somos enviados a este mundo con tu amor. SILENCIO DE ADORACIÓN, GRACIAS, ENVÍO.

De la carta del apóstol Santiago (1,17-18.21b-22.27):

Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.

GUÍA: El Padre con su Palabra de verdad nos engendró como la  primicia de sus criaturas. Nos sentimos en manos de Dios y gozando de la vida que él nos da. Todo es posible para él y nuestra existencia es portadora de su amor a toda la creación.  Este reconocimiento y aceptación nos capacita para la misión encomendada. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE AGRADECIMIENTO, DE TRANSFORMACIÓN.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (7,1-8.14-15.21-23):

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»
Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»


GUÍA: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Estas palabras  llegan a nosotros y nos interrogan. ¿Los labios dicen una cosa y el corazón va por otro lado?

Unifícanos, Señor, en los labios y en el corazón. Que nuestras acciones vayan de acuerdo con lo que dicen nuestros labios. Que tu Palabra se haga realidad en nuestros hechos. ¿Cómo lo haremos? SILENCIO DE ANÁLISIS, DE UNIFICACIÓN, DE COMPROMISO

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN EN UNA FRASE.

AGRADECEMOS, PEDIMOS, NOS HACEMOS DISPONIBLES

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE

CLAMAMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO
CANTAMOS

CÓMO LE CANTARÉ AL SEÑOR, CÓMO LE CANTARÉ, CÓMO LE CANTARÉ AL SEÑOR, HOMBRE DE BARRO SOY.
Él está en los montes y en el mar, Él llena el silencio de la noche en calma, y camina en la ciudad. No mira en el hombre su color, ni mira el dinero, es Padre de todos y a todos quiere el Señor. Un mandato nuevo nos da Dios: que todos amemos a nuestros hermanos, como nos ama el Señor. Vamos a su mesa de bondad: Él nos alimenta con su propio cuerpo, que es el pan de la unidad.







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