Carta del Papa Francisco a los jóvenes del mundo
«Queridos
jóvenes,
Tengo el agrado de anunciarles que en el mes de octubre del 2018 se celebrará
el Sínodo de los Obispos sobre el tema «Los jóvenes, la fe y el discernimiento
vocacional». He querido que ustedes ocupen el centro de la atención porque los
llevo en el corazón. Precisamente hoy se presenta el Documento Preparatorio,
que les ofrezco como una “guía” para este camino.
…
Cuando Dios le dice a Abrahán «Vete», ¿qué quería decirle? Ciertamente no le
pedía huir de los suyos o del mundo. Su
invitación fue una fuerte provocación para que dejase todo y se encaminase
hacia una tierra nueva. Dicha tierra, ¿no es acaso para ustedes aquella
sociedad más justa y fraterna que desean profundamente y que quieren construir
hasta las periferias del mundo?
Sin
embargo, hoy, la expresión «Vete» asume un significado diverso: el de la
prevaricación, de la injusticia y de la guerra. Muchos jóvenes entre ustedes
están sometidos al chantaje de la violencia y se ven obligados a huir de la tierra
natal. El grito de ellos sube a Dios, como el de Israel esclavo de la opresión
del Faraón (cfr. Es 2, 23).
Deseo también recordarles las palabras que Jesús dijo un día a los discípulos
que le preguntaban: «Rabbí […] ¿dónde vives?». Él les respondió: «Venid y lo
veréis» (Jn 1,38). También a ustedes Jesús dirige su mirada y los invita a ir
hacia Él. ¿Han encontrado esta mirada, queridos jóvenes? ¿Han escuchado esta
voz? ¿Han sentido este impulso a ponerse en camino? Estoy seguro que, si bien el
ruido y el aturdimiento parecen reinar en el mundo, esta llamada continua a
resonar en el corazón da cada uno para abrirlo a la alegría plena
En Cracovia, durante la apertura de la última Jornada Mundial de la Juventud,
les pregunté varias veces: «Las cosas, ¿se pueden cambiar?». Y ustedes
exclamaron juntos a gran voz «¡sí»”. Esa es una respuesta que nace de un
corazón joven que no soporta la injusticia y no puede doblegarse a la cultura
del descarte, ni ceder ante la globalización de la indiferencia. ¡Escuchen ese
grito que viene de lo más íntimo! También cuando adviertan, como el profeta
Jeremías, la inexperiencia propia de la joven edad, Dios los estimula a ir
donde Él los envía: «No les tengas miedo, que contigo estoy para salvarte» (Jer
1,8).
Un mundo mejor se construye también gracias a ustedes, que siempre desean
cambiar y ser generosos. No tengan miedo de escuchar al Espíritu que les
sugiere opciones audaces, no pierdan tiempo cuando la conciencia les pida
arriesgar para seguir al Maestro. También la Iglesia desea ponerse a la escucha
de la voz, de la sensibilidad, de la fe de cada uno; así como también de las
dudas y las críticas. Hagan sentir a todos el grito de ustedes, déjenlo resonar
en las comunidades y háganlo llegar a los pastores. San Benito recomendaba a
los abades consultar también a los jóvenes antes de cada decisión importante,
porque «muchas veces el Señor revela al más joven lo que es mejor» (Regla de
San Benito III, 3).
Así, también a través del camino de este Sínodo, yo y mis hermanos Obispos
queremos contribuir cada vez más a vuestro gozo (cfr. 2 Cor 1,24). Los proteja
María de Nazaret, una joven como ustedes a quien Dios ha dirigido su mirada
amorosa, para que los tome de la mano y los guíe a la alegría de un ¡heme aquí!
pleno y generoso (cfr. Lc 1,38).
Con paternal afecto,
FRANCISCO
Aquí tienes una carta del Papa Francisco a los jóvenes del mundo. Lee y escribe tu respuesta. ¡Ánimo!
ResponderEliminarMe gusta la alusión a María, como ayuda para que nos guíe a la alegría de nuestro sí, pleno y generoso. María, acompaña nuestros pasos por el día a día.
ResponderEliminar«Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional».El tema es interesante. Un estudio profundo de todo lo que se relaciona con él, nos aportará luz y verá las necesidades del
ResponderEliminarmundo de los jóvenes. Se verán los caminos mejores o posibles para todos. ¿Cómo lo veis?
Hay jóvenes que se sienten contentos por esta carta del Papa. Han leído y comentado la carta. Buscar ideas para aportar se irá consiguiendo poco a poco en los grupos de oración y de otro tipo. Empecemos a rezar para que el Espíritu aletee en la Iglesia y en nuestro mundo. Que nos dejemos tocar por su luz.
ResponderEliminarNecesitamos profundizar en la fe. Nuestra#oración# es : Aumenta Padre nuestra fe, nuestra esperanza, nuestro amor.
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