JESÚS HA
RESUCITADO
GUÍA DE
ORACIÓN JUVENIL Domingo de Pascua de la
Resurrección del Señor
GUÍA: Jesús ha resucitado. El sepulcro
está vacío. Los discípulos creen, María Magdalena lo descubre. La cruz nos ha
llevado a la luz. Nos ponemos en su presencia y le reconocemos triunfador de la
muerte. El Padre y el espíritu están con él. Jesús cuida nuestra fe, aviva la
esperanza, fortalece el amor entre nosotros y en el mundo. SILENCIO DE RESURRECCIÓN,
ENCUENTRO, DE NUEVA VIDA.
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4):
HERMANOS:
Si habéis
resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está
sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la
tierra.
Porque
habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando
aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos,
juntamente con él.
GUÍA: Habéis
resucitado con Cristo. La vida de Dios vive en él y también en nosotros.
Interiorizamos el significado y lo sentimos
vivo en nuestra vida. Ir viviendo según el Espíritu transforma nuestro
mundo. Los pobres son evangelizados, y Jesús se hace presente y va delante a
Galilea. SILENCIO DE CONFIANZA, DE EVANGELIO, DE AMOR.
Sal
117,1-2.16ab-17.22-23
R/. Éste es
el día en que actuó el Señor:
sea nuestra
alegría y nuestro gozo
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es
eterna su misericordia.
Diga la casa
de Israel:
eterna es su
misericordia. R/.
«La diestra
del Señor es poderosa,
la diestra
del Señor es excelsa».
No he de
morir, viviré
para contar
las hazañas del Señor. R/.
La piedra
que desecharon los arquitectos
es ahora la
piedra angular.
Es el Señor
quien lo ha hecho,
ha sido un
milagro patente. R/.
Secuencia
Hoy es obligatorio decir la
Secuencia. Los días dentro de la Octava es potestativo.
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
Lectura
del santo evangelio según san Juan (20,1-9):
EL primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a
correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús
amaba, y les dijo:
«Se han
llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron
Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el
otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro;
e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó
también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos
y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino
enrollado en un sitio aparte.
Entonces
entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio
y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
GUÍA: Llegaron al sepulcro y estaba
abierto. María Magdalena, Pedro y Juan lo confirman. Creen en lo que ven y que
Jesús había dicho. Es momento de creer, de fiarse, de anunciar y volver a Galilea
para una nueva vida. Nos unimos a ellos y confrontamos la fe que hemos recibido
y anunciamos. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE RESURRECCIÓN, DE FE.
RECOGEMOS
NUESTROS SENTIMIENTOS, LOS PRESENTAMOS A JESÚS.
TEMORES,
ESPERANZAS, PROYECTOS, CONFIANZA.
NOS
DIRIGIMOS A MARÍA QUE ENCIENDE LA LUZ DE
LA FE EN SU HIJO RESUCITADO
ELEVAMOS
NUESTRA ORACIÓN AL PADRE, JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS
Cristo el
Señor resucitó,
su amor fue
más fuerte que la muerte ...
La Iglesia
canta de alegría
Los pobres
saltan de contentos;
encuentran
paz los perseguidos,
Consuelo y
perdón los pecadores.
Cristo, el
Señor, resucitó, su amor fue más fuerte que la muerte (bis).
Se alegran
por fin los olvidados
se ponen de
pie los humillados;
los pobres se
sientan a la mesa,
encuentran
lugar los postergados.
"Jesús ha resucitado" Nos alegramos y cantamos ¡Aleluya!. La victoria sobre la muerte nos da su salvación y la fe.
ResponderEliminar"Cristo, el Señor, resucitó, su amor fue más fuerte que la muerte". Nos alegramos, nos unimos a su gloria y agradecemos al Padre y al Espíritu Santo.
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