REZA Y
COMPARTE JUVENIL
LA
ESPERANZA NO DEFRAUDA
GUÍA DE
ORACIÓN JUVENIL 12-03-23 Domingo 3º de Cuaresma - Ciclo A
GUÍA: La esperanza no defrauda. Te
esperamos y sabemos que estás en cada momento de nuestro día. Padre Dios, envía
tu Espíritu a nuestra vida y transforma los corazones con el fuego de tu amor.
Tu presencia nos ayuda a creer y esperar lo que tu quieres, a alcanzar tu
presencia y tu amor por el don de tu gracia. SILENCIO DE FE, DE ESPERANZA,
DE FUTURO.
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,1-2.5-8):
Ya que hemos
recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de
nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta
gracia en que estamos: y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la
gloria de Dios. Y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado. En
efecto, cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza, en el tiempo señalado,
Cristo murió por los impíos; en verdad, apenas habrá quien muera por un justo;
por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; mas la prueba de que
Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.
GUÍA: Por medio de Nuestro Señor
Jesucristo. Es Jesús quien nos acerca a ti. El que se entrega por el bien de
los hermanos, el que nos da su mano para levantarnos, si estamos caídos. Muere
por nosotros para liberarnos. Confiamos en tu poder, tu gracia y misericordia. SILENCIO
DE CERCANÍA, DE UNIÓN, DE PERDÓN.
Sal
94,1-2.6-7.8-9
R/. Ojalá
escuchéis hoy la voz del Señor:
«No
endurezcáis vuestro corazón.»
Venid,
aclamemos al Señor,
demos
vítores a la Roca que nos salva;
entremos a
su presencia dándole gracias,
aclamándolo
con cantos. R/.
Entrad,
postrémonos por tierra,
bendiciendo
al Señor, creador nuestro.
Porque él es
nuestro Dios,
y nosotros
su pueblo, el rebaño que él guía. R/.
Ojalá
escuchéis hoy su voz:
«No
endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día
de Masá en el desierto;
cuando
vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R/.
Lectura
del santo evangelio según san Juan (4,5-42):
En aquel
tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que
dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del
camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía.
Llega una
mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber.» Sus discípulos
se habían ido al pueblo a comprar comida.
La
samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy
samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.
Jesús le
contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le
pedirías tú, y él te daría agua viva.»
La mujer le
dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas agua
viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él
bebieron él y sus hijos y sus ganados?»
Jesús le
contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del
agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá
dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.»
La mujer le
dice: «Señor, dame de esa agua así no tendré más sed ni tendré que venir aquí a
sacarla.»
Él le dice:
«Anda, llama a tu marido y vuelve.»
La mujer le
contesta: «No tengo marido».
Jesús le
dice: «Tienes razón que no tienes marido; has tenido ya cinco y el de ahora no
es tu marido. En eso has dicho la verdad.»
La mujer le
dijo: «Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este
monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en
Jerusalén.»
Jesús le
dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén
daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros
adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se
acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero
adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto
así Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y
verdad.»
La mujer le
dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá
todo.»
Jesús le
dice: «Soy yo, el que habla contigo.»
En aquel
pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le
rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron
muchos más por su predicación, y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que
tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el
Salvador del mundo.»
GUÍA: Jesús se encuentra con la mujer
samaritana. Las palabras de Jesús se abren camino en su corazón y logran
convertir su vida. El agua que yo le daré salta hasta la vida eterna. Danos de
esa agua, Jesús. Estamos necesitados de
ella. Haz que te conozcamos más y te sigamos con corazón sincero. SILENCIO DE
BÚSQUEDA, DE CONOCIMIENTO, DE CONVERSIÓN.
RECOGEMOS NUESTROS
SENTIMIENTOS, LOS PRESENTAMOS A JESÚS.
ADMIRACIÓN,
CONTEMPLACIÓN, ESCUCHA, UNIÓN.
NOS DIRIGIMOS A MARÍA
QUE ACOMPAÑA NUESTRO CAMINO.
ELEVAMOS NUESTRA ORACIÓN
AL PADRE, JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS
/ ¡QUÉ SUERTE ES TENER UN CORAZÓN SIN PUERTAS!
¡QUÉ
SUERTE ES TENER LAS MANOS SIEMPRE ABIERTAS! / (2)
Manos
abiertas para estrechar las de un amigo.
Manos
abiertas para ayudar en el camino.
ESTRIBILLO.
Manos
abiertas para buscar un mundo nuevo.
Manos
abiertas para un hacer, no para un sueño.
ESTRIBILLO.
Manos
abiertas, las de Jesús, las del Maestro.
Manos
abiertas, las del que supo amar primero.
ESTRIBILLO.
Manos
abiertas, llenas de amor las de María.
Manos
abiertas, ellas son nuestra luz y guía.
ESTRIBILLO.
"La esperanza no defrauda" Esta Guía de oración nos ayuda a encontrarnos con la Palabra de Dios. Con la oración nos unimos a Dios, a los hermanos y nos conocemos mejor a nosotros mismos. Pruébalo en silencio e interiorizando lo que te dice.
ResponderEliminar"La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros." Agradecemos, nos sentimos amados y amamos unidos a él.
ResponderEliminar"Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo." Justificados y en paz. Lo pensamos, lo rezamos, lo actuamos en nosotros y alrededor.
ResponderEliminar"La esperanza en el señor, no defrauda-" Confiamos en él y su amor.
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