REZA Y COMPARTE JUVENIL
“OS ESTÁ SALVANDO”
GUÍA: Aquí
estoy, Padre. Es el momento de encuentro contigo. He estado distraído, en
ocasiones, alejado de tu amor. Tomo conciencia de tu presencia y de mi
presencia. En mi oración, en mi interior, se da luz y obscuridad. En fe te
busco, te reconozco como Padre y amigo. SILENCIO
DE BÚSQUEDA, ENCUENTRO Y PERDÓN.
De la primera carta de san Pablo a los Corintios
(15,1-11):
Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os anuncié y que vosotros aceptasteis, en el que además estáis fundados,
y que os está salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos; de lo contrario, creísteis en vano.
Porque yo os transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales vive todavía, otros han muerto; después se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí.
Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de ser llamado apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto yo como ellos predicamos así, y así lo creísteis vosotros.
GUÍA: No olvidéis el Evangelio que os está salvando. ¿Me doy cuenta de esta salvación? Tu encuentro me atrae y me salva en la práctica de la vida. Cuida mis sentimientos, mis pensamientos, para que no me separe de ti.
Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os anuncié y que vosotros aceptasteis, en el que además estáis fundados,
y que os está salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos; de lo contrario, creísteis en vano.
Porque yo os transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales vive todavía, otros han muerto; después se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí.
Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de ser llamado apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto yo como ellos predicamos así, y así lo creísteis vosotros.
GUÍA: No olvidéis el Evangelio que os está salvando. ¿Me doy cuenta de esta salvación? Tu encuentro me atrae y me salva en la práctica de la vida. Cuida mis sentimientos, mis pensamientos, para que no me separe de ti.
Cristo murió por nuestros pecados, nos salvó
y nos hace siempre nuevos por su gracia y amistad. ¿Lo actualizo día a día? La
gracia de Dios no ha sido inútil en mí, dice San Pablo. ¿Podemos decirlo
nosotros? SILENCIO DE PERDÓN, DE
GRACIAS, DE AMOR..
Del santo evangelio según san Lucas (5,1-11):
En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes.
Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
«Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
Respondió Simón y dijo:
«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».
Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo:
«Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».
Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Y Jesús dijo a Simón:«No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
GUÍA: ¡Mar adentro para pescar! Escuchamos esta frase y la acogemos en nosotros. ¿Qué significa ese mar adentro?¿Qué cosas hemos de dejar fuera para profundizar, para sentirnos salvados? ¿Hay cosas de las que nos sentimos prisioneros?. Hablamos con Jesús.
Y hubo una pesca tan abundante que tuvieron
que ayudarles otros compañeros. Jesús está dispuesto a regalarnos la pesca abundante,
la felicidad, en la Palabra, en la Eucaristía,
en los pobres. ¿La recibimos? SILENCIO DE
ESCUCHA, ACOGIDA, DISPONIBILIDAD.
RECOGEMOS
LA ORACIÓN, RECORDAMOS UNA FRASE PARA EL DÍA.
INVOCAMOS
A MARÍA MAESTRA DE ORACIÓN Y CONFIANZA.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE CON FE, UNIDOS A JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS
1. Has recibido un destino de otra palabra más fuerte:
es tu misión ser profeta, palabra de Dios viviente.
Tú irás llevando a luz en una entrega perenne,
que tu voz es voz de Dios y la voz de Dios no duerme.
VE POR EL MUNDO, GRITA A LA GENTE
QUE EL AMOR DE DIOS NO ACABA,
NI LA VOZ DE DIOS SE PIERDE.
VE POR EL MUNDO, GRITA A LA GENTE
QUE EL AMOR DE DIOS NO ACABA,
NI LA VOZ DE DIOS SE PIERDE.
2. Sigue tu rumbo, profeta, sobre la arena caliente,
sigue sembrando en el mundo
que el fruto se hará presente.
No temas si nuestra fe ante tu voz se detiene
porque huímos del dolor y la voz de Dios nos duele.
3. Sigue cantando, profeta, cantos de vida o de muerte,
sigue anunciando a los hombres
que el Reino de Dios se viene.
No callarán esa voz y a nadie puedes temerle,
que tu voz viene de Dios y la voz de Dios no muere.
"Os está salvando" En esta oración tomamos cuenta de nuevo de este hecho. El Evangelio de Jesús nos está salvando. Su muerte y resurrección da vida a la humanidad. Escuchamos a San Pablo y oramos con sus palabras. También vamos mar adentro y nos unimos a Jesús en su trabajo salvador.
ResponderEliminarEl domingo 10 Febrero, a las 16,30h./Madrid, en el grupo de Reza y Comparte Juvenil de Facebook, nos unimos para rezar con esta oración. Te esperamos. ¿Te gusta?
"Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa" Le perdona los pecados y le da la salud. Jesús nos perdona y también nos cura. Necesitamos fe y confianza en él. Gracias, Jesús, por tu presencia.
ResponderEliminar"Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os anuncié y que vosotros aceptasteis, en el que además estáis fundados..."Recuerda el primer mensaje que conociste de Jesús. Eras pequeño seguramente, pero recuerda cuál fue, quién te lo dijo.¿Sigue en ti?
ResponderEliminarHola, Las palabras que más me han llegado son "Rema mar adentro".Tener la certeza de que Dios está en mi y que actúa en mi vida.Comunicar esta presencia.
ResponderEliminarDios está consolando, dandome fuerza Esto lo puedo comunicar.
ResponderEliminar"por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no se ha frustrado en mí. " La gracia de Dios es fuerte en nosotros. Lo constatamos muchas veces. Agradecemos y la compartimos.
ResponderEliminarVE POR EL MUNDO, GRITA A LA GENTE/QUE EL AMOR DE DIOS NO ACABA,/NI LA VOZ DE DIOS SE PIERDE. Todos enviados a ser testigos de amor, de paz y de Jesús, allí donde estamos.
ResponderEliminar"os está salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos" Tomar conciencia de esta salvación, de su presencia en nuestra vida es interesante. Que seamos conscientes y lo demos a otros.
ResponderEliminar«Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».Sigue diciéndolo hoy. ¿Lo oímos? que paremos el ritmo de vida para poder escucharlo.
ResponderEliminar"Os está salvando" si lo escucháis y seguís. Jesús, acompaña nuestra marcha de cada día y sigue salvando nuestros malos ratos.
ResponderEliminar"Es el momento de encuentro contigo". Eso es la oración, encuentro con Dios. Levantar el corazón a Dios decía un catecismo. Bonito el mirar a Dios y sentir su mirada amorosa. El Cura de Ars decía: Nos miramos. Y estaba grandes ratos ante el sagrario. Podemos probar. Buen día.
ResponderEliminar"No olvidéis el Evangelio que os está salvando. ¿Me doy cuenta de esta salvación? Tu encuentro me atrae y me salva en la práctica de la vida. Cuida mis sentimientos, mis pensamientos, para que no me separe de ti". Agradecemos su presencia en nuestra vida.
ResponderEliminar"No olvidéis el Evangelio que os está salvando. ¿Me doy cuenta de esta salvación?" En nuestra reflexión, veamos qué rasgos tenemos de ese evangelio de Jesús que nos salva.
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