REZA Y COMPARTE JUVENIL
El Papa Francisco
Francisco agradece a los
jóvenes, “creyentes o no”, que “hacen algo por quienes sufren”
“Hay muchos jóvenes, creyentes y no creyentes,
que al final de una etapa de estudios muestran su deseo de ayudar a otros, de
hacer algo por los que sufren, por los que lo pasan mal. Esta es la fuerza de los jóvenes, la fuerza de todos
ustedes, la que puede cambiar el mundo; esta es la revolución que puede
desbaratar los grandes poderes de este mundo: la ‘revolución’ del servicio”.
Con estas palabras, el papa Francisco ha agradecido a los jóvenes su pequeña gran revolución
y les ha invitado a participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en
enero en Panamá.
Bajo
el lema ‘He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra’
(Lc 1,38), que es la respuesta de la Virgen María a la llamada de Dios, el
Papa ha destacado que “sus palabras son un ‘sí’ valiente y generoso. El sí de
quien ha comprendido el secreto de la vocación: salir de uno mismo y ponerse al
servicio de los demás”. Por eso, ha remarcado que “nuestra
vida solo encuentra significado en el servicio a Dios y a los demás”.
En
el mismo sentido, ha afirmado que “ponerse al servicio de los demás no
significa solamente estar listos para la acción, sino que también hay que
ponerse en diálogo con Dios, en actitud de escucha, como lo hizo María. Ella
escuchó lo que el ángel le decía y
después respondió”. Y “de ese trato con Dios en el silencio del corazón, se
descubre la propia identidad y la vocación a la que el Señor
llama; esta puede expresarse en diferentes formas: en el matrimonio, en la vida
consagrada, en el sacerdocio… Nunca al egoísmo. No existe la vocación al
egoísmo”, ha recalcado, para subrayar que “todas ellas son modos
para seguir a Jesús. Lo importante es descubrir
lo que el Señor espera de nosotros y ser valientes para decir ‘sí'”.
Siguiendo
con el ejemplo de María, el Papa ha recordado, en el
primer videomensaje a una JMJ, que ella “fue una mujer
feliz, porque fue generosa ante Dios y se abrió al plan que tenía para ella”.
“Las propuestas de Dios para nosotros –ha añadido–, como la que le hizo a
María, no son para apagar sueños, sino para encender deseos; para hacer que
nuestra vida fructifique y haga brotar muchas sonrisas y alegre muchos
corazones. Dar una respuesta afirmativa a Dios, es el primer paso para ser
feliz y hacer felices a muchas personas”.
Asimismo, antes de pedir que recen por él,
Jorge Mario Bergoglio les ha animado a “entrar cada uno en su interior, entrar,
y decirle a Dios: ¿Qué es lo que quieres de mí? Dejen que el
Señor les hable; ya verán vuestra vida transformada y colmada de alegría”.
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