De la primera carta del apóstol san
Pablo a los Corintios (12,3b-7.12-13):
Hermanos:
Nadie puede decir: «Jesús es Señor», sino por el Espíritu Santo.
Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.
Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
GUÍA: Diversidad de dones, pero un solo Espíritu. Diversidad de funciones, pero un solo Señor que hace todo en todos. Reconocemos tus dones. Nos sentimos impulsados a ser tus amigos. Fortalece, Jesús, nuestra fe y nuestro compromiso. Renuévanos en la unidad contigo y en el bien de los que nos necesitan. SILENCIO DE ATENCIÓN, DE RENOVACIÓN, DE UNIDAD
Hermanos:
Nadie puede decir: «Jesús es Señor», sino por el Espíritu Santo.
Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.
Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
GUÍA: Diversidad de dones, pero un solo Espíritu. Diversidad de funciones, pero un solo Señor que hace todo en todos. Reconocemos tus dones. Nos sentimos impulsados a ser tus amigos. Fortalece, Jesús, nuestra fe y nuestro compromiso. Renuévanos en la unidad contigo y en el bien de los que nos necesitan. SILENCIO DE ATENCIÓN, DE RENOVACIÓN, DE UNIDAD
SECUENCIA DEL ESPÍRITU SANTO
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequia,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
GUÍA: La
secuencia es una oración muy antigua, de gran riqueza. Pide al Espíritu su
venida: Ven, entra, mira, riega, sana, lava, infunde, doma, guía, reparte, da,
salva,
Añade a cada una de estas acciones
algunas palabras que tú pedirías. Repítelas en tu interior con deseo. Así
recreas esta bonita oración de la Iglesia.
Del santo
evangelio según san Juan (20,19-23):
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
GUÍA: Entró Jesús, les dio la paz. Y les
dice lo que tienen que hacer. Hoy en
nuestra oración también Jesús se manifiesta. Nos da su paz y nos dice qué hemos
de hacer: Ser sus amigos, llevar su mensaje allí donde estemos, ser mensajeros,
constructores de paz.
En
nuestro interior, reflexionamos cómo podemos actualizar estos mandatos. Pedimos
al Espíritu fortaleza para llevarlo adelante. SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE
ACTUALIZACIÓN, DE PETICIÓN Y COMPROMISO
RECOGEMOS
NUESTRA ORACIÓN, UNA FRASE
AGRADECEMOS, ALABAMOS, PEDIMOS
INVOCAMOS A MARÍA, LA LLENA DE ESPÍRITU
SANTO
NOS DIRIGIMOS AL PADRE JUNTO CON JESÚS Y
TODA LA HUMANIDAD: PADRE NUESTRO
CANTAMOS
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven
En el nombre del señor.
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven
En el nombre del señor.
Acompáñame y condúceme, toma mi vida.
Santíficame y transfórmame, ¡Espíritu Santo ven!
Santíficame y transfórmame, ¡Espíritu Santo ven!
Resucítame y conviérteme, todos los días.
Glorifícame y renuévame, ¡Espíritu Santo, ven!
Glorifícame y renuévame, ¡Espíritu Santo, ven!
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven
En el nombre del señor.
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven
En el nombre del señor.
Fortaléceme y consuélame de mis pesares
Fortaléceme y libérame ¡Espíritu Santo ven!
Fortaléceme y libérame ¡Espíritu Santo ven!
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven
En el nombre del señor.
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven
En el nombre del señor.
"Unidos por el Espíritu" Una oración de unión, en el día del Espíritu Santo. Tiempo de acogida, de escucha y de recibir al Espíritu con sus dones. Agradecemos a Jesús y al Padre este envío. Y seguimos recibiéndole.Buen día para todos.
ResponderEliminar"Espíritu Santo, ven. Resucítame y conviérteme, todos los días". Nos unimos a toda la Iglesia en oración.
ResponderEliminarJesús se manifiesta. Nos da su paz y nos dice qué hemos de hacer: Ser sus amigos, llevar su mensaje allí donde estemos, ser mensajeros, constructores de paz.
ResponderEliminar"Ven, Espíritu divino,manda tu luz desde el cielo.Padre amoroso del pobre;don, en tus dones espléndido" Gracias Padre por tu amor. Por Cristo, con él y en él te bendecimos.
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