REZA Y COMPARTE JUVENIL
Conferencia de prensa de presentación
del Documento de la Reunión pre-sinodal en preparación
de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos
Esta mañana,
a las 12,30, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha tenido lugar
Intervención
de Sor Nathalie Becquart
"Una
iglesia sinodal es una iglesia de escucha" Papa Francisco, (discurso del
17 de octubre de 2015.)
Llamada a
servir en la animación de esta reunión
pre-sinodal, he vivido esta semana en medio de los jóvenes
como una experiencia privilegiada
para encontrar y escuchar a esta generación, una
experiencia viva de
escucha del Espíritu
Santo actuando en los corazones de estos 300 participantes tan diversos. Estoy
muy
agradecida por el regalo
que me ha sido dado de acompañarlos en este proceso de elaboración
del
documento
final.
He sido testigo de su implicación y
participación activa en este proceso de
intercambio y escritura que se les
propuso. Me
impresionó
la seriedad con que tomaron en serio el trabajo de reflexión
y discernimiento que
condujo a la
redacción
de un documento con palabras fuertes, que refleja sus análisis,
visiones, deseos,
convicciones,
preguntas.
Me impresionó,
todavía
más,
la forma en que el Papa
Francisco y la Secretaría General del Sínodo
confiaron realmente en ellos abriendo un espacio de libertad de expresión
y diálogo.
Han sentido que les tomaban muy en serio y les consideraban plenamente responsables. Y se han
movilizado con energía increíble y mucho
talento. Me conmovió especialmente la forma en que han sido
los actores y los verdaderos protagonistas de este encuentro, buscando dar lo
mejor de sí
mismos para aportar una contribución significativa
a la preparación
del sínodo
de los obispos.
Como ellos, he
tenido la sensación de vivir un momento histórico, un nuevo Pentecostés
que ha dado a los
Participantes, llegados de todas las naciones, la oportunidad
de experimentar de una manera muy concreta la
unidad posible en la diversidad,
la comunión
en un sentir común, la universalidad de la Iglesia en el respeto de
las diferentes
culturas. A través de esta dinámica
de escuchar y compartir con respeto, hemos sido testigos de
la sorprendente
aparición
de convergencias muy fuertes en muchos temas y, al mismo tiempo, de la
sorprendente
capacidad de esta generación de articular, como en un poliedro,
diferentes acentos y
sensibilidades.
Los jóvenes
han expresado su alegría
de caminar juntos en una iglesia inclusiva, abierta,
humana,
orientada al mundo y con visión de futuro. También
me conmovieron especialmente los testimonios
muy positivos
de delegados no creyentes o de otras religiones que me dijeron cuánto
se sintieron plenamente
acogidos.
Marcados por su encuentro con el Papa que dio la
pauta a esta semana, los jóvenes han vivido estos días
como un
anticipo del mundo de paz y hermandad con el que sueñan.
Regresan con inmensa alegría, orgullo y
esperanza por
haber experimentado
de manera muy concreta y profética el rostro de la Iglesia a la que aspiran:
una iglesia auténtica,
accesible, sencilla, creativa. Una iglesia audaz que asume el riesgo de unirse a ellos sin
temor, en el
corazón
de sus preguntas y realidades, y se atreve a darles todo el lugar que les
corresponde. Una
iglesia sinodal donde todos
caminan juntos, fieles y pastores, laicos, sacerdotes y consagrados, jóvenes
y
ancianos, en la
escucha y la acogida recíproca.
Salgo con la
convicción
fortalecida de que la sinodalidad
es realmente la clave para
evangelizar a los jóvenes
de hoy. Lo que
han vivido durante la reunión pre-sinodal puede ser un modelo inspirador
para la pastoral juvenil
en las iglesias
locales. Creo que hemos vivido a través de esta
iniciativa simbólicamente
significativa un hito en
la preparación
del sínodo
de 2018, y tal vez incluso una nueva etapa en la recepción
del Vaticano II, que estoy
segura dará
frutos para este mundo y para la Iglesia. Sueño que este
poderoso aliento de juventud pueda
resonar aquí
en octubre y que
los padres sinodales tengan oportunidades concretas de interacción
con los
jóvenes
durante el sínodo.
Ciertamente,
los jóvenes
esperan que los ancianos los guíen
y acompañen, pero también tienen mucho
que
ofrecernos como nos han
enseñado
esta semana. No temamos consultarlos
e involucrarlos en las instancias de
ACCIÓN:
La presentación
de Sor Nathalie Becquart nos comunica
energía
para acercarnos al Sínodo.
La presencia del Espíritu
ha actuado y sigue actuando en los jóvenes del mundo,
que buscan el bien y la verdad.
Hay algunos
subrayados. Puedes añadir los tuyos y comentar
tus impresiones.
"Pre-Sínodo" Es la información de Sor Nathalie Becquart, que asistió al Pre-Sínodo. Sus impresiones son positivas y entusiastas sobre los jóvenes. Un gran reto para construir Iglesia. Jesús espera mucho de los jóvenes y actúa en cada uno para la edificación del reino de Dios. Colaboremos cada uno en nuestra medida ¿Verdad? Pedimos la presencia del Espíritu.
ResponderEliminar"He sido testigo de su implicación y participación activa en este proceso de intercambio y escritura que se les propuso" el Espíritu actúa. Es necesario dejarle abierto el corazón. Ven, a nosotros, a los jóvenes y fortalece nuestra fe.
ResponderEliminar"sinodalidad es realmente la clave para evangelizar a los jóvenes" La participación es importante, el sentirse iglesia y responsable de nuestro hacer y de otros, llevando el mensaje de Jesús, da sentido y alegría.
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