RAMOS Y VIVAS

GUÍA DE ORACIÓN JUVENIL 09-04-17

GUÍA: Los discípulos y el pueblo, al ver a Jesús que viene a Jerusalén, le aclaman y le honran. Le aclaman como Hijo de David, Salvador del pueblo. Jesús como rey humilde, entra montado en un asno. Y cumple la profecía: Montará un pollino. Admite las aclamaciones y se consolida como Hijo de Dios. En penumbra distingue la persecución.

En oración, acompañamos a Jesús, contemplamos sus sentimientos y examinamos nuestro puesto entre aclamaciones y enemistad. SILENCIO CONTEMPLATIVO Y DE ADHESIÓN A JESÚS.

Del libro de Isaías (50,4-7):

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído. Y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

GUÍA: El siervo de Yave recibe el sufrimiento confiado en Dios. Es fiel a lo que Él quiere, a la misión recibida. Le acompañamos en su entrega. Hay quien trama el mal para él. Nos unimos al momento de Jesús. Es su hora, la hora de la pasión y del  triunfo.  Oramos y agradecemos. SILENCIO HUMILDE Y AGRADECIDO.

De la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,6-11):

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

GUÍA: Cristo se despoja de su rango y obedece al Padre. Atrae hacia si  el pecado del mundo, es humillado en una muerte de cruz. El Padre lo eleva sobre todo nombre, le glorifica como Señor en su resurrección. Contemplamos el contraste de  su vida y su muerte redentora. Agradecemos su salvación. SILENCIO DE CERCANÍA, Y PERDÓN.

 Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo (26,14–27,66):

GUÍA: Leemos la Pasíón y acompañamos a Jesús

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN. Algo para recordar…

OFRECEMOS, PEDIMOS, ALABAMOS  AL SEÑOR.

INVOCAMOS A MARÍA.

PADRE NUESTRO unidos a Jesús 

CANTAMOS

Hosanna al hijo de David.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
el rey de Israel.
Hosanna, hosanna en el cielo.

Aclamad al Señor, tierra entera.
Tocad en honor de Su Nombre.
Hacer resonar Sus alabanzas.
Cantad himnos a Su gloria.

Hosanna al hijo de David...

Pueblos todos, batid palmas.
Aclamad a Dios con gritos de júbilo
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.

Hosanna al hijo de David...