ORACIÓN JUVENIL 06-11-2016

 

GUÍA: Nos llamas. Somos los jóvenes de hoy. Estamos en camino hacia un mundo mejor. Somos tus amigos, Jesús. La vida nos rodea y queremos darle tu estilo. Todo es nuevo y queremos darle esa novedad de tu mirada, con ojos nuevos y portadores de la alegría de tu amistad. Padre, con Jesús queremos transformar la sociedad en un lugar acogedor, con rasgos de tu misericordia y tu bondad. Que cada uno tenga su espacio y su tarea. Que todos podamos soñar contigo un mundo fraterno y responsable del bien de cada uno. Espíritu Santo, ven. SILENCIO DE UNIÓN Y COMPROMISO.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (2,16–3,5):

Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os consuele internamente y os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas. Por lo demás, hermanos, rezad por nosotros, para que la palabra de Dios siga el avance glorioso que comenzó entre vosotros, y para que nos libre de los hombres perversos y malvados, porque la fe no es de todos. El Señor, que es fiel, os dará fuerzas y os librará del Maligno. Por el Señor, estamos seguros de que ya cumplís y seguiréis cumpliendo todo lo que os hemos enseñado. Que el Señor dirija vuestro corazón, para que améis a Dios y tengáis constancia de Cristo.

GUÍA: Padre, reconocemos tu amor, al darnos el gran amor de Jesucristo. Reconocemos que te haces presente en nuestra vida y nos das oportunidades para seguir tus caminos. En momentos de ánimo somos capaces de decir sí, de seguir adelante. Otras veces, estamos decaídos y la fuerza del mal nos rodea y oscurece el camino. Espíritu Santo ven con nosotros, ilumina nuestras vidas, fortalece nuestra voluntad, para amar, y tener constancia en el camino de Jesús. SILENCIO ADORADOR Y CONFIADO 

Del santo evangelio según san Lucas (20,27-38):

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.» 
Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob." No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos.»

GUÍA: En la resurrección seremos para Dios. En la vida y en la muerte, somos de Dios. Gozamos con la alegre esperanza de la resurrección, donde la vida será transformada. Hagamos nuestra oración de esperanza. Hablemos con Jesús, presentémosle  lo que esperamos. ¿Qué valores  o cualidades queremos dar a nuestra vida para que se parezca algo a Jesús? SILENCIO DE ENCUENTRO Y DE ESPERANZA.

OFRECEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS AL PADRE DIOS

PETICIONES

ALGO PARA RECORDAR

INVOCAMOS A MARÍA MADRE Y MAESTRA

PADRE NUESTRO, CON LOS JÓVENES DEL MUNDO

Cantamos:

Hacia ti, morada santa, hacia ti, tierra del salvador,
peregrinos, caminantes, vamos hacia ti.

venimos a tu mesa sellaremos tu pacto,
comeremos tu carne, tu sangre nos limpiara.

reinaremos contigo, en tu morada santa,
beberemos tu sangre, tu fe nos salvara.

somos tu pueblo santo que hoy camina unido
tu vas entre nosotros, tu amor nos guiara

tu eres el camino, tu eres la esperanza, 
hermano de los pobres.

amen, gloria y honor..aleluya