De la segunda carta del apóstol san
Pablo a Timoteo (4,6-8.16-18):
Estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida. La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida. La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
GUÍA: San Pablo después de
su conversión se entregó totalmente al anuncio del evangelio. Ha sufrido
grandes trabajos y persecuciones. Sabe que ha combatido su combate apoyado por
Dios. Confía en su poder. Es un ejemplo de fe, de compromiso con el evangelio,
un interrogante para todos los cristianos. Presentémonos ante Jesús y demos una
respuesta de amigos. SILENCIO DE ESCUCHA
Y COMPROMISO
Del santo evangelio según san Lucas (18,9-14):
En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo." El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador." Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
GUÍA: Con esta parábola nos
presenta Jesús las condiciones para una buena oración. Cuando rezamos ¿nos
consideramos perfectos y con grandes proezas y hechos? ¿O somos como el
publicano que humildemente presenta su petición: Ten compasión de este pobre
pecador.? SILENCIO CONFIADO Y HUMILDE.
DAMOS GRACIAS
PETICIONES
ORACIÓN DOMUND
Señor, despiértame, llámame,
Sácame de mi mundo.
Que no me invente más historias
Para justificar que no me muevo,
Que no reacciono.
Que abra mi alma
A lugares que no sé dónde están,
a culturas que no conozco,
a seres humanos que me necesitan,
Casi tanto como yo a ellos.
Ponme en camino
Hasta esas personas que me
esperan,
porque sueñan con alguien,
de un Padre bueno, compasivo, de verdad,
no como los dioses de los
hombres.
Señor, dímelo también a mí:
“Sal de tu tierra”.
Amén
PADRE NUESTRO con Jesús y toda la
humanidad.
INVOCAMOS A MARÍA
A ti madre de esperanza
a ti madre del amor
a ti madre de los hombres
a ti canto mi canción
Tú pones alegría en nuestras vidas
tu eres ternura y comprensión
sonríes, esperas y nos llamas
cada día eres nueva ilusión
Si todo fracaso en nuestro camino
si olvidamos de dar a Dios el sí
tú das nuevo valor a nuestras vidas
y todo nos vuelve a sonreír
A ti madre de ...
Con María llamados a decir Sí y salir de la tierra de la comodidad para sembrar la semilla del evangelio de Jesús.
ResponderEliminar"El Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida" Esperar al Señor y anunciar su venida es tarea de los cristianos. Ven Señor, ayuda a los misioneros, catequistas, y a toda la Iglesia a extender tu presencia en el mundo.
ResponderEliminar"He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe". Qué bonito si cada uno de los cristianos y cada persona puede decir cada día esta frase. Podemos repetirla a lo largo del día y pedirle al Espíritu que esté nos nosotros y con todos los que trabajan por el bien. ¡Buen día!
ResponderEliminar"El Bautismo nos hace misioneros, anunciadores de Jesús". El Bautismo nos hace miembros de la Iglesia de Jesús. Siendo creyentes y personas activas colaboramos en la tarea de Jesús: Dar a conocer al Padre Dios y amar a los hermanos. Que el Espíritu nos dé su fuerza para ser testigos del Evangelio en nuestra vida.
ResponderEliminar"En aquel momento,el Hijo de Dios se encarnó, y se hizo hombre en el vientre de la Virgen María" Qué maravilla, Dios haciéndose hombre, uno de los nuestros, en María. Gracias Padre, gracias Jesús, gracias Espíritu Santo, gracias María. A otro nivel, Dios sigue viniendo a nosotros a través del Espíritu y sigue actuando su presencia en el mundo y activando a hombres y mujeres para hacerlos testigos de su amor y llevar su evangelio. Haz tuya esta realidad durante el día. ¿Te gusta?
ResponderEliminar"Tú pones alegría en nuestras vidas, tu eres ternura y comprensión, sonríes, esperas y nos llamas, cada día eres nueva ilusión" María es madre y maestra en nuestra vida cristiana. Que aprendamos sus lecciones de bondad, comprensión y fe. Ayúdanos, Madre.
ResponderEliminar"Señor, despiértame, llámame, sácame de mi mundo. Que no me invente más historias para justificar que no me muevo" Estemos atentos a las llamadas. Llega sin avisar. Cuando esperamos a alguien amigo no nos distraemos. Espíritu Santo haznos abiertos y acogedores a tu venida y a ese cambio que esperas de nosotros.
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