REZA Y
COMPARTE JUVENIL
CRIATURA
NUEVA
GUÍA DE
ORACIÓN J 27-03-22 Domingo 4º de
Cuaresma - Ciclo C
GUÍA: Estamos ante ti, Señor. Nos has reconciliado contigo en Cristo Jesús.
Necesitamos tu gracia constante y tu amor. Envíanos tu luz y tu verdad, para
conocer tu voluntad, tus mandatos y llevarlos a la práctica. Que esa criatura
nueva sea transformación y empeño en tus caminos. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE FE, DE
ENCUENTRO.
Lectura
de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5,17-21):
Hermanos:
Si alguno
está en Cristo es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo
nuevo.
Todo procede
de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y nos encargó el
ministerio de la reconciliación.
Porque Dios
mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirles cuenta de
sus pecados, y ha puesto en
nosotros el mensaje de la reconciliación.
Por eso,
nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara
por medio de nosotros. En nombre de
Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado, Dios lo
hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la
justificación de Dios.
GUÍA: En nombre de Cristo, os pedimos que
os reconciliéis con Dios. La Cuaresma avanza y la reconciliación es tu don,
parte de la vida nueva. Te recibimos con amor de hijos arrepentidos dispuestos
a estar en casa contigo. Visualizamos nuestra reconciliación con nosotros
mismos, con Dios y con los hermanos. SILENCIO DE VERDAD, DE PRESENCIA, DE
PERDÓN.
Sal
33,2-3.4-5.6-7 R/. Gustad y ved qué
bueno es el Señor
Bendigo al
Señor en todo momento,/su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se
gloria en el Señor:/que los humildes lo escuchen y se alegren. R
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (15, 1-3.11-32):
En aquel tiempo, solían acercaron a Jesús todos
los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas
murmuraban diciendo:
- «Ese acoge a los pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola:
- «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos
dijo a su padre: "Padre, dame la parte que me toca de la fortuna."
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando
todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo
perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella
tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se
contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a
guardar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero
nadie le daba nada.
Recapacitando entonces, se dijo:
"Cuántos jornaleros de mi padre tienen
abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré
en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus
jornaleros. "
Se levantó y vino a donde estaba su padre;
cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas;
y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.
Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra
el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo, "
Pero el padre dijo a sus criados:
"Sacad en seguida la mejor túnica y
vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el
ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este
hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."
Y empezaron a celebrar el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la
música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era
aquello.
Este le contestó:
"Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado
el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud."
El se indignó y no quería entrar; pero su padre
salió e intentaba persuadirlo.
Entonces él respondió a su padre:
"Mira: en tantos años como te sirvo, sin
desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener
un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha
comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado."
El padre le dijo:
"Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo
mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este
hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos
encontrado"».
GUÍA: Hijo perdido que es hallado. Nos encontramos
en esas circunstancias. Nos encontramos contigo, Padre. Nuestros desvíos nos
alejan de ti y necesitamos volver, encontrar tu perdón. Gracias porque nos
recibes, porque nos esperas y te alegras de que volvamos. Gracias sobre todo
por ti. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE ESPERA, DE RECONCILIACIÓN.
RECOGEMOS NUESTRA
ORACIÓN, UNA FRASE PARA RECORDAR.
ENCUENTRO,
PERDÓN, FIESTA, RENOVACIÓN.
MARÍA NOS
ACOMPAÑA, LA INVOCAMOS.
NOS DIRIGIMOS AL
PADRE COMO HIJOS Y SOLICITAMOS SU
PERDÓN.
CANTAMOS
Querido
Padre, cansado vuelvo a ti
haz que conozca en don de tu amistad
vivir por siempre el gozo del perdón
y en tu presencia la fiesta celebrar,
pongo en tus manos mis culpas Oh Señor
estoy seguro de que eres siempre fiel
dame las fuerzas para poder andar
buscando en todo hacer tu voluntad
Padre, yo
busco tu amor,
Padre vuelvo a ti
mira que tu hijo soy
Padre vuelvo a ti. (2)
Lo
reconozco, a veces olvide
que eres mi Padre y que a mi lado estas
que soy tu hijo y que me aceptas como soy
solo me pides vivir en sinceridad,
Quiero sentirme cercano a ti Señor
oír tu voz que me habla al corazón
sentirme libre desde tu libertad
ser signo vivo de la fraternidad.https://www.youtube.com/watch?v=9VwEMCXw4uk