REZA Y COMPARTE JUVENIL
“OS ESTÁ SALVANDO”
GUÍA
DE ORACIÓN 10-02-19
GUÍA: Aquí
estoy, Padre. Es el momento de encuentro contigo. He estado distraído, en
ocasiones, alejado de tu amor. Tomo conciencia de tu presencia y de mi
presencia. En mi oración, en mi interior, se da luz y obscuridad. En fe te
busco, te reconozco como Padre y amigo. SILENCIO
DE BÚSQUEDA, ENCUENTRO Y PERDÓN.
De la primera carta de san Pablo a los Corintios
(15,1-11):
Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os anuncié y que vosotros aceptasteis,
en el que además estáis fundados,
y que os está salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos; de lo
contrario, creísteis en vano.
Porque yo os transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo
murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que
resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más
tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la
mayoría de los cuales vive todavía, otros han muerto; después se apareció a
Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me
apareció también a mí.
Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de ser llamado apóstol,
porque he perseguido a la Iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no se ha
frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he
sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto yo como ellos
predicamos así, y así lo creísteis vosotros.
GUÍA: No
olvidéis el Evangelio que os está salvando. ¿Me doy cuenta de esta salvación?
Tu encuentro me atrae y me salva en la práctica de la vida. Cuida mis
sentimientos, mis pensamientos, para que no me separe de ti.
Cristo murió por nuestros pecados, nos salvó
y nos hace siempre nuevos por su gracia y amistad. ¿Lo actualizo día a día? La
gracia de Dios no ha sido inútil en mí, dice San Pablo. ¿Podemos decirlo
nosotros? SILENCIO DE PERDÓN, DE
GRACIAS, DE AMOR..
Del santo evangelio según san Lucas (5,1-11):
En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de
Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban
en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las
redes.
Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un
poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
«Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
Respondió Simón y dijo:
«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero,
por tu palabra, echaré las redes».
Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes
comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban
en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron
las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro
se echó a los pies de Jesús diciendo:
«Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».
Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por
la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y
Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Y Jesús dijo a Simón:«No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
GUÍA: ¡Mar adentro para pescar! Escuchamos
esta frase y la acogemos en nosotros. ¿Qué significa ese mar adentro?¿Qué cosas
hemos de dejar fuera para profundizar, para sentirnos salvados? ¿Hay cosas de las
que nos sentimos prisioneros?. Hablamos con Jesús.
Y hubo una pesca tan abundante que tuvieron
que ayudarles otros compañeros. Jesús está dispuesto a regalarnos la pesca abundante,
la felicidad, en la Palabra, en la Eucaristía,
en los pobres. ¿La recibimos? SILENCIO DE
ESCUCHA, ACOGIDA, DISPONIBILIDAD.
RECOGEMOS
LA ORACIÓN, RECORDAMOS UNA FRASE PARA EL DÍA.
DAMOS
GRACIAS, CONFIAMOS, ADORAMOS, OFRECEMOS
INVOCAMOS
A MARÍA MAESTRA DE ORACIÓN Y CONFIANZA.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE CON FE, UNIDOS A JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS
1. Has recibido un destino de otra palabra más fuerte:
es tu misión ser profeta, palabra de Dios viviente.
Tú irás llevando a luz en una entrega perenne,
que tu voz es voz de Dios y la voz de Dios no duerme.
VE POR EL MUNDO, GRITA A LA GENTE
QUE EL AMOR DE DIOS NO ACABA,
NI LA VOZ DE DIOS SE PIERDE.
VE POR EL MUNDO, GRITA A LA GENTE
QUE EL AMOR DE DIOS NO ACABA,
NI LA VOZ DE DIOS SE PIERDE.
2. Sigue tu rumbo, profeta, sobre la arena caliente,
sigue sembrando en el mundo
que el fruto se hará presente.
No temas si nuestra fe ante tu voz se detiene
porque huímos del dolor y la voz de Dios nos duele.
3. Sigue cantando, profeta, cantos de vida o de muerte,
sigue anunciando a los hombres
que el Reino de Dios se viene.
No callarán esa voz y a nadie puedes temerle,
que tu voz viene de Dios y la voz de Dios no muere.