REZA Y COMPARTE JUVENIL
DÍA DE LA FAMILIA
GUÍA DE ORACIÓN JUVENIL 30-12-18
GUÍA: Hoy, es el domingo de la Familia. El modelo de familia para
nosotros es la familia de Jesús, María y José. Es el lugar donde nace y crece Jesús. Nuestra oración es un acercarse al Padre
Dios. El diálogo y encuentro nos lleva al interior del corazón, donde le
encontramos y admitimos su presencia .compartimos con ellos el tiempo de
familia que tenemos y le rogamos nos fortalezca para ser hijos en plenitud.
SILENCIO DE ENCUENTRO, CONFIANZA Y PETICIÓN
Lectura de la carta del apóstol san
Pablo a los Colosenses (3,12-21):
Hermanos:
Como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta.
Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo.
Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso agrada al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan el ánimos.
GUÍA: Como elegidos de Dios, revestíos de compasión, de humildad, de paciencia. Revestidos de estos valores crecemos en la experiencia de hijos para Dios, de hermanos entre nosotros. El Señor os ha perdonado, haced vosotros lo mismo. Lo que hagáis en palabras y obras que sea en nombre de Jesús. Cultivemos el amor limpio, verdadero y mutuo. Padres, madres, hijos, hermanos unidos para el bien común. María, José y Jesús nos enseñan el camino para avanzar cada día. SILENCIO DE REFLEXIÓN, AMOR Y COMPROMISO.
Hermanos:
Como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta.
Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo.
Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso agrada al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan el ánimos.
GUÍA: Como elegidos de Dios, revestíos de compasión, de humildad, de paciencia. Revestidos de estos valores crecemos en la experiencia de hijos para Dios, de hermanos entre nosotros. El Señor os ha perdonado, haced vosotros lo mismo. Lo que hagáis en palabras y obras que sea en nombre de Jesús. Cultivemos el amor limpio, verdadero y mutuo. Padres, madres, hijos, hermanos unidos para el bien común. María, José y Jesús nos enseñan el camino para avanzar cada día. SILENCIO DE REFLEXIÓN, AMOR Y COMPROMISO.
Lectura del santo evangelio según
san Lucas (2,41-52)
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
GUÍA: María y José tienen un problema con Jesús, se ha perdido.
Contemplamos el momento, la incertidumbre. Al ser preguntado Jesús, da su
explicación. Tenía que ocuparse de las cosas de su Padre. El preocuparse de las
cosas del Padre Dios, ¿Es nuestra preocupación?. Jesús, ayuda nuestro
crecimiento, nuestras relaciones familiares, nuestra convivencia. Que tu
presencia nos estimule a crecer en sabiduría y gracia para Dios y para los
hermanos. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, GRACIAS,
PETICIÓN.
SILENCIO DE VALORACIÓN, DE AGRADECIMIENTO, DE PERDÓN.
SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE PARA RECORDAR.
CONTEMPLAMOS, AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS.
INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y EDUCADORA DE JESÚS Y NUESTRA.
NOS DIRIGIMOS AL PADRE DIOS CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO
CANTAMOS
MANO
CON MANO EN EL LUCHAR.
QUE
BIEN, TODOS HERMANOS
EN
EL SUFRIR Y EN EL GOZAR.
1.Nosotros
queremos, Señor,
amarte
amando la tierra;
queremos
dejar tras nosotros
un mundo
mejor, una vida más bella.
2.Nosotros queremos, Señor,
correr con la antorcha encendida;
queremos dejar al relevo
un fuego mejor una llama más viva.
correr con la antorcha encendida;
queremos dejar al relevo
un fuego mejor una llama más viva.