¡LA PAZ OS CUSTODIARÁ!
GUÍA DE ORACIÓN 16-12-18
GUÍA: Estamos
aquí, señor. Buscamos tu rostro, tu presencia, te buscamos a ti. Sabemos que tú
vienes y nos buscas. Buscas un corazón limpio y arrepentido de todo mal. Haz
que te veamos y enderecemos nuestros pasos para el bien. A veces, estamos
perdidos en nuestras ilusiones. Nuestros deseos de placer, egoísmo, libertad.
Enséñanos a caminar en el bien y en tu presencia. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO,
BÚSQUEDA Y CONFIANZA.
Lectura de la carta del apóstol san
Pablo a los Filipenses (4,4-7):
Hermanos: Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos.
Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.
Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Hermanos: Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos.
Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.
Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
GUÍA: La paz de Dios
os custodiará. Que vuestra mesura la conozcan todos. La oración, justicia,
solidaridad, sobriedad, sean vuestro traje de camino. Alegraos en el Señor.
Dejamos que tu paz nos fortalezca. Que
la oración nos acerque a ti. Que la
justicia nos dé tu verdad y santidad. La solidaridad y sobriedad nos hagan
hermanos. SILENCIO DE PAZ, DE CONFIANZA,
DE ALEGRÍA.
Lectura del santo evangelio según
san Lucas (3,10-18):
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
«¿Entonces, qué debemos hacer?»
Él contestaba:
«El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:
«Maestro, ¿qué debemos hacemos nosotros?»
Él les contestó: «No exijáis más de lo establecido».
Unos soldados igualmente le preguntaban: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer nosotros?»
Él les contestó: «No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».
Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».
Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
«¿Entonces, qué debemos hacer?»
Él contestaba:
«El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:
«Maestro, ¿qué debemos hacemos nosotros?»
Él les contestó: «No exijáis más de lo establecido».
Unos soldados igualmente le preguntaban: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer nosotros?»
Él les contestó: «No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».
Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».
Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.
GUÍA: ¿Qué hacemos,
Señor? Te lo preguntamos también nosotros. Tratamos de oír tu respuesta, que
sea el fruto de nuestro corazón. Lo hacemos con sinceridad, desde la fe y
sintiéndonos unidos a Jesús.
No hagáis extorsión ni os
aprovechéis de nadie. Esto que recomendó Jesús nos viene bien para respetar con
dignidad a toda persona y a nosotros mismos. Jesús, ven. Enséñanos a vivir en
la fe y el amor. SILENCIO PAR CONOCERNOS,
RESPETAR, Y AMAR EN PRESENCIA DE JESÚS.
RECOGEMOS LA SÍNTESIS DE LA ORACIÓN: UNA FRASE PARA RECORDAR.
CONFIANZA, HUMILDAD, OFRECIMIENTO.
INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE Y MAESTRA.
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS
Vendrá una nueva luz sobre
la tierra,
la luz de la justicia y
la verdad.
Vendrá el Libertador de
las naciones,
vendrá la libertad.
1. Esperamos
en las sombras la radiante claridad
Nuestros pasos en la noche van buscando la
verdad.
vendrá la libertad.
2. Nuestras
vidas van sin rumbo en espera de otro sol
tierra nueva mundo nuevo sin tristeza ni
dolor.
Nuestras manos hacia el cielo solo esperan
salvación,
vendrá la libertad.
3. Una
luz recién nacida vencerá la obscuridad
resurgiendo entre sus sombras una nueva
humanidad.
No tememos a la noche pronto el día
llegará,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me gusta