GUÍA DE ORACIÓN JUVENIL 16-07-17
GUÍA: Libertad
de hijos de Dios... Se derrama sobre nuestra mente y corazón. Libertad que
suelta las ataduras. ¿Te sientes libre? Vas hacia esa libertad abierta al bien
y a la verdad? Contemplas tus ataduras en tu pensamiento, en tus palabras, en
tus actuaciones. Las contrastas con lo que Jesús indica y quiere. ¿Coinciden?
SILENCIO QUE ADORA EN LA VERDAD Y EL
BIEN. SILENCIO QUE SE DEJA LIBERAR, PARA SER VERDADERO HIJO DE DIOS, JUNTO CON JESÚS
De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,18-23):
De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,18-23):
Sostengo que los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá. Porque la creación, expectante, está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios; ella fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por uno que la sometió; pero fue con la esperanza de que la creación misma se vería liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.
GUÍA: Los trabajos de ahora serán superados por la libertad de los hijos de
Dios. Tu trabajar, tus esclavitudes
serán vencidas. Reconócelas y considera la victoria de Jesús sobre todas ellas.
Las
primicias del Espíritu nos revelan como hijos y agraciados. En silencio
descubrimos la luz del Espíritu y la eficacia de su salvación. SILENCIO DE
REVELACIÓN, DE SALVACIÓN Y ADORACIÓN
Del santo evangelio según san Mateo
(13,1-23):
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló mucho rato en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga.»
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló mucho rato en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga.»
GUÍA: Examina tu
tierra. Valora tus condicionamientos. Analiza las cosas en que das fruto y
aquellas en que no lo das. La semilla de la Palabra caída en tu tierra ¿Llega a
dar fruto? ¿Qué fruto da?
Padre, aquí estamos. Tu Palabra
puede cambiar nuestros resultados. Ven
Espíritu de Dios y transforma la vida desde lo más profundo del ser: ser hijos
de Dios. SILENCIO D EOFRENDA, DE PETICIÓN, DE ESPERANZA.
CENTRAMOS NUESTRA SÍNTESIS.
OFRECEMOS, DAMOS GRACIAS, PEDIMOS PERDÓN Y FUERZA
INVOCAMOS A MARÍA, que nos acompañe
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS
CANTAMOS
Un sembrador fue a sembrar
lo mejor de su semilla.
Parte caía en el surco;
parte en la orilla.
La primera daba fruto
porque el agua la asistía;
la segunda se agostaba
y se moría.
Ni es culpa del sembrador,
ni es culpa de la semilla.
La culpa estaba en el hombre
y en cómo la recibía. (Bis)
El sembrador que sembraba
desde el comienzo sabía
que dependía del suelo
la suerte de la semilla.
Y sabía el sembrador
que el fruto tiene razones
en los motivos que mueven
los corazones.
"Libertad de los hijos de Dios" es el tema que nos propone la oración. Céntrate en esta libertad y en Jesús, hombre libre para Dios y para la humanidad. Sumérgete en él y camina con él.
ResponderEliminar"Las primicias del Espíritu nos revelan como hijos y agraciados".El Espíritu hace la gran obra de Dios, la santificación de sus hijos. Abramos el corazón a la Palabra de Dios, a su amor y a su acción.
ResponderEliminar"Que su Espíritu actúe y nos renueve. El poder de la resurrección transformará nuestras vidas". Todo es posible para Dios. Confiamos en Él.
ResponderEliminar"también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior",El grito de la fe se hace fuerte en tu corazón y se renueva cada día.
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