REZA Y
COMPARTE JUVENIL
VUESTRO
ES EL REINO DE DIOS
GUÍA DE
ORACIÓN J 16-02-25 VI Domingo del
Tiempo Ordinario
GUÍA:
Jesús explica a la gente cómo es el reino de Dios. Es vuestro el reino de
Dios. Los pobres, los que lloráis… seréis agraciados, reiréis, seréis reino de Dios.
Una gran multitud llenará la tierra y alcanzará ese reino siendo herederos del
reino que Jesús promete para los que le siguen. Espíritu Santo, ven. Cúbrenos con
tu luz, tu fuerza y amor para avanzar por tus caminos. SILENCIO DE TOMA DE
CONCIENCIA, DE ESPERANZA, DE PLENITUD.
Lectura
de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15,12.16-20):
Si
anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que dice alguno
de vosotros que los muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco
Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido,
seguís con vuestros pecados; y los que murieron con Cristo se han perdido. Si
nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más
desgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de
todos.
GUÍA: Cristo resucitó de entre los muertos.
Pasó la muerte y llegó al Padre, resucitó y nos ofrece su misma vida de
resucitado. Abrimos el corazón y el alma a su manifestación, cogemos su
presencia y nos abrimos paso a la vida que lleva a la resurrección. Confiamos,
ayúdanos. SILENCIO DE CLARIDAD, DE SABIDURÍA, DE CONFIANZA.
Salmo
Sal
1,1-2.3.4.6
R/. Dichoso el hombre que ha
puesto su confianza en el Señor
Dichoso el
hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.
Será como un
árbol plantado
al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.
No así los
impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
En aquel
tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano, con un grupo
grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de
la costa de Tiro y de Sidón.
Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos los pobres,
porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre,
porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis.
Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y
proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos
ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros,
los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora
estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque
haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es
lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.»
GUÍA: Unas aclamaciones de felicidad y
otras de desconsuelo por no alcanzar el reino de Dios. Padre, Dios, activa
nuestra transformación en habitantes del reino, de tu reino. Como Jesús,
llegamos a ti y esperamos tu paz y misericordia, tu amor derramado y fecundo. Espíritu Santo, ven y llénanos de ti y todo
lo que conduce al reino del Padre. SILENCIO DE PETICIÓN, RECONOCIMIENTO,
ESPERANZA.
RECIBIMOS
AL ESPÍRITU QUE NOS FORTALECE.
PEDIMOS,
ALABAMOS, DAMOS GRACIAS, PRESENTAMOS UN COMPROMISO.
INVOCAMOS
A MARÍA, NUESTRA MADRE
NOS DIRIGIMOS
AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO
CANTAMOS
El señor
es mi pastor, nada me falta.
https://www.youtube.com/watch?v=37CbEGS2iWA
"Vuestro es el reino de Dios" Jesús lo aclama para los pobres, los que lloran... su vida será vida nueva en el reino de Dios. Preparamos ese reino día a día, ayudamos a hacerlo presente en nuestro mundo. Dejemos las cadenas y esclavitudes. Buen día.
ResponderEliminar"Los pobres, los que lloráis… seréis agraciados, reiréis, seréis reino de Dios." Oramos con fe y pedimos al Espíritu Santo nos acompañe en el camino de la vida.
ResponderEliminarAbrimos el corazón y el alma a la manifestación de Cristo, cogemos su presencia y nos abrimos paso a la vida que lleva a la resurrección. Caminemos con él. Oremos.
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