REZA Y
COMPARTE JUVENIL
TEMA J: LA
ESPERANZA NO DEFRAUDA, 2
Bula del
Papa Francisco para el Jubileo 2025
Te ofrecemos el nº 4. Vamos a
reflexionarlo y asimilar algo más sus ideas y mensajes. Lee, reflexiona, ora,
actúa
4. San Pablo
es muy realista. Sabe que la
vida está hecha de alegrías y dolores, que el amor se pone a prueba cuando aumentan las
dificultades y la esperanza parece derrumbarse frente al sufrimiento. Con todo,
escribe: «Más aún, nos gloriamos hasta de las mismas tribulaciones, porque
sabemos que la tribulación
produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la virtud
probada, la esperanza» (Rm 5,3-4). Para el Apóstol, la tribulación
y el sufrimiento son las condiciones
propias de los que anuncian el Evangelio en contextos de incomprensión y
de persecución (cf. 2 Co 6,3-10). Pero en tales situaciones,
en medio de la oscuridad se
percibe una luz; se descubre cómo lo que sostiene la evangelización es
la fuerza que brota de la cruz
y de la resurrección de Cristo. Y eso lleva a desarrollar una virtud
estrechamente relacionada con la esperanza: la paciencia. Estamos acostumbrados a
quererlo todo y de inmediato, en un mundo donde la prisa se ha convertido en
una constante. Ya no se tiene tiempo para encontrarse, y a menudo incluso en
las familias se vuelve difícil reunirse y conversar con tranquilidad. La paciencia ha sido relegada por la
prisa, ocasionando un daño grave a las personas. De hecho, ocupan su
lugar la intolerancia, el nerviosismo y a veces la violencia gratuita, que
provocan insatisfacción y cerrazón.
Asimismo, en la era del internet, donde el espacio y el tiempo son suplantados por el “aquí y ahora”, la paciencia resulta extraña. Si aun fuésemos capaces de contemplar la creación con asombro, comprenderíamos cuán esencial es la paciencia. Aguardar el alternarse de las estaciones con sus frutos; observar la vida de los animales y los ciclos de su desarrollo; tener los ojos sencillos de san Francisco que, en su Cántico de las criaturas, escrito hace 800 años, veía la creación como una gran familia y llamaba al sol “hermano” y a la luna “hermana” [2]. Redescubrir la paciencia hace mucho bien a uno mismo y a los demás. San Pablo recurre frecuentemente a la paciencia para subrayar la importancia de la perseverancia y de la confianza en aquello que Dios nos ha prometido, pero sobre todo testimonia que Dios es paciente con nosotros, porque es «el Dios de la constancia y del consuelo» ( Rm 15,5). La paciencia, que también es fruto del Espíritu Santo, mantiene viva la esperanza y la consolida como virtud y estilo de vida. Por lo tanto, aprendamos a pedir con frecuencia la gracia de la paciencia, que es hija de la esperanza y al mismo tiempo la sostiene.
ACCIÓN:
Nos detenemos en la lectura y comprensión de
esta parte. . El Papa nos anima a vivir en esperanza y no dejarnos vencer por
el desánimo. Cada día volver a Jesús y contarle nuestras cosas. Empezar de
nuevo con alegría y esperanza.
La esperanza no defrauda. La paciencia la fortalece y apoya. Nos hace fuertes frente al mal. Adelante.
ResponderEliminar"En medio de la oscuridad se percibe una luz" Abramos los ojos, reconozcamos qué nos dice Dios en la luz y también en la oscuridad. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, decimos en el Padre nuestro. Oremos.
ResponderEliminar"Lo que sostiene la evangelización es la fuerza que brota de la cruz y de la resurrección de Cristo." Confiamos en él, en su amor a través de la vida, de la muerte y de la resurrección. Ven Espíritu Santo.
ResponderEliminar"Redescubrir la paciencia hace mucho bien a uno mismo y a los demás" Ver en Jesús el siervo paciente, suaviza los conflictos y agresiones. Jesús, danos tu paz.
ResponderEliminar"Aprendamos a pedir con frecuencia la gracia de la paciencia, que es hija de la esperanza y al mismo tiempo la sostiene." Es un camino. Intentamos recorrerle.
ResponderEliminar"El amor se pone a prueba cuando aumentan las dificultades y la esperanza parece derrumbarse frente al sufrimiento." Con Jesús, confiando en él y avanzando por su camino la vida es más fácil. Ven con nosotros, Jesús.
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