REZA Y
COMPARTE JUVENIL
HA ECHADO
…MÁS QUE NADIE
GUÍA DE
ORACIÓN J 10-11-24 XXXII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo
B
GUÍA: Jesús estaba en el templo predicando. Se fija en la viuda que
echa su moneda. Ha echado más que los otros. La mujer de Sarepta también da
todo lo que le queda. El Espíritu Santo mueve a los humildes y los lleva a dar
lo que tienen. En silencio reconocemos al Señor. Reconocemos nuestras limosnas
y ofrecimientos. SILENCIO DE
RECONOCIMIENTO, DE HUMILDAD, DE GENEROSIDAD.
Lectura
de la carta a los Hebreos (9,24-28):
Cristo ha
entrado no en un santuario construido por hombres imagen del auténtico, sino en
el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros. Tampoco se
ofrece a sí mismo muchas veces como el sumo sacerdote, que entraba en el
santuario todos los años y ofrecía sangre ajena; si hubiese sido así, tendría
que haber padecido muchas veces, desde el principio del mundo. De hecho, él se
ha manifestado una sola vez, al final de la historia, para destruir el pecado
con el sacrificio de sí mismo. Por cuanto el destino de los hombres es morir
una sola vez. Y después de la muerte, el juicio. De la misma manera, Cristo se
ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez
aparecerá, sin ninguna relación al pecado, a los que lo esperan, para
salvarlos.
GUÍA: El don de la viuda es alabado por
Jesús. La viuda de Sarepta también ofrece lo que tiene. Jesús se entrega a si
mismo para salvar a los pecadores. Nos unimos a estas ofrendas y buscamos cómo
renovar las ofrendas junto con la ofrenda de Jesús. SILENCIO DE
VISUALIZACIÓN, DE CERCANÍA, DE DONACIÓN.
Salmo
Sal
145,7.8-9a.9bc-10
R/. Alaba,
alma mía, al Señor
Que mantiene
su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.
El Señor
abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R/.
Sustenta al
huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Marcos (12,38-44):
En aquel
tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: «¡Cuidado con los
escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en
la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos
en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos
rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa.»
Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente
que iba echando dinero; muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda
pobre y echó dos reales.
Llamando a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado
en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que
les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para
vivir.»
GUÍA: Cuidado con los escribas , quieren
ser vistos, quieren los primeros puestos en las sinagogas. Jesús quiere la
humildad y la limosna desde el corazón. Alaba a las dos viudas que echan lo que
necesitan para vivir. Volvamos a distinguir el don y la ofrenda generosa. SILENCIO
DE HUMILDAD, DE GENEROSIDAD, DE DISPONIBILIDAD.
Ser vistos y
estimados es algo que puede atraer a una persona. La verdad del corazón es lo
que cuenta en nuestros actos. Jesús alaba a la viuda que echa lo que tiene
aunque sea poco. ¿Cómo damos nosotros? Mucho, poco, de lo que nos sobra o cómo
lo seleccionamos? Visualizamos nuestros dones. SILENCIO DE REFLEXIÓN,
EXAMEN, CAMBIO.
RECOGEMOS
NUESTROS SENTIMIENTOS, LOS OFRECEMOS AL PADRE.
MARÍA NOS ACOMPAÑA EN LA ORACIÓN IMITAMOS SU ESCUCHA.
BUSCAMOS
LA FORMA DE ASIMILAR LO QUE SE NOS HA DICHO.
NOS DIRIGIMOS
AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS. PADRE NUESTRO.
CANTAMOS:
/Siempre
confío en mi Dios /2
Él me conduce, no temo. Me acompaña al caminar.
Aunque
sin luz camine yo en la noche, aunque el temor me impida avanzar.
/Siempre
confío en mi Dios /2
Aunque perdido yo vaya por las calles,
Sin encontrar amor y amistad.
/Siempre
confío en mi Dios /2
Aunque yo inquieto me mueva todo el día,
Sin encontrar la paz del corazón.
/Siempre
confío en mi Dios /2
Aunque las fuerzas me falten en la vida,
Y la ilusión se apague frente a mí.
/Siempre
confío en mi Dios /2
Aunque el camino se oculte en las tinieblas.
Aunque no vea tu sombra al avanzar.
/Siempre
confío en mi Dios /2
Fuente: https://youtu.be/b7s3uQLeQVA