REZA Y COMPARTE JUVENIL
PEDID Y SE OS DARÁ
GUÍA DE
ORACIÓN JUVENIL Domingo 17º del Tiempo
Ordinario - Ciclo C
GUÍA: Elevamos nuestras manos y nuestro
corazón hasta ti, Señor. Estamos necesitados de tu presencia en este mundo que camina
por distintos derroteros. Enciende la luz del Espíritu y conforta nuestros
pasos en el bien y en la verdad. Condúcenos hacia ti. SILENCIO DE ENCUENTRO,
DE PRESENTACIÓN, DE EMPEÑO EN SER LUZ.
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (2,12-14):
Hermanos:
Por el
bautismo fuisteis sepultados con Cristo y habéis resucitado con él, por la fe
en la fuerza de Dios que lo resucitó de los muertos.
Y a
vosotros, que estabais muertos por vuestros pecados y la incircuncisión de
vuestra carne, os vivificó con él.
Canceló la
nota de cargo que nos condenaba con sus cláusulas contrarias a nosotros; la
quitó de en medio, clavándola en la cruz.
GUÍA: Por el Bautismo sepultados en
Cristo y resucitados con su resurrección. Jesús, aviva nuestra fe, fortalece la
esperanza, que nadie decaiga en su búsqueda de la verdad. Que los dones de
resucitados se instalen en la vida de cada joven y florezcan nuevos brotes de
esperanza y compromiso. SILENCIO DE CERCANÍA, DE COMPRENSIÓN, DE ENTREGA.
Salmo
Sal
137,1-2a.2bc-3.6-7ab.7c-8
R/. Cuando
te invoqué, me escuchaste, Señor.
V/. Te doy
gracias, Señor, de todo corazón,
porque
escuchaste las palabras de mi boca;
delante de
los ángeles tañeré para ti;
me postraré
hacia tu santuario. R/.
V/. Daré
gracias a tu nombre:
por tu
misericordia y tu lealtad,
porque tu
promesa supera tu fama.
Cuando te
invoqué, me escuchaste,
acreciste el
valor en mi alma. R/.
V/. El Señor
es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos
conoce al soberbio.
Cuando
camino entre peligros, me conservas la vida;
extiendes tu
mano contra la ira de mi enemigo. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (11,1-13):
UNA vez que
estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le
dijo:
«Señor,
enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo:
«Cuando
oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día
nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros
perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”».
Y les dijo:
«Suponed que
alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:
“Amigo,
préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada
que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:
“No me
molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo
levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser
amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto
necesite.
Pues yo os
digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le
abre.
¿Qué padre
entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del
pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si vosotros,
pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el
Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».
GUÍA: Enséñanos a orar, te decían los discípulos. Hoy te lo decimos con ellos. Queremos estar contigo, saborear tus palabras y recorrer tu camino. Estás dispuesto a escuchar al corazón afligido. Te presentamos el dolor de los que sufren necesidad de pan, de paz, de amor, de trabajo. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE OFRENDA, DE CONFIANZA.
SINTETIZAMOS
NUESTRA ORACIÓN. UNA FRASE NOS AYUDA A RECORDAR.
SENTIMOS
LA PRESENCIA DEL ESPÍRITU, AGRADECEMOS SU PAZ, SU ENTREGA.
INVOCAMOS
A MARÍA PARA QUE NOS ENSEÑE A ORAR Y A COMPARTIR.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE Y NOS SENTIMOS HIJOS SUYOS, HERMANOS CON LOS DEMÁS. PADRE
NUESTRO.
CANTAMOS:
Padre
Nuestro, Tú que estás
En los
que aman la verdad
Haz que
el reino que por Ti se dio
Llegue
pronto a nuestro corazón
Que el
amor que Tu hijo nos dejó
Ese amor
reine ya en nosotros
Y en el
pan de la unidad
Cristo,
danos Tú la paz
Y
olvídate de nuestro mal
Si
olvidamos el de los demás
No permitas
que caigamos en tentación
Oh,
Señor, y ten piedad del mundo
https://www.youtube.com/watch?v=m351NaMKzOA
"Pedid y se os dará" El padre da abundantemente. Necesitamos confianza y un corazón abierto a su voluntad. Enséñanos a orar, decimos con los discípulos.
ResponderEliminar"Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma" Es la experiencia de cada día. Confiamos en ti, Padre y tú nos envías el Espíritu a tantas situaciones. Te damos gracias.
ResponderEliminar"Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo y habéis resucitado con él," Nos lo recuerda San Pablo. Unidos a Cristo vivimos su vida y la nuestra. Con la fe en Jesús sembramos en el mundo su alegría y perdón. Su presencia y amor transforma los corazones.
ResponderEliminar"Haz que el reino que por Ti se dio, Llegue pronto a nuestro corazón" El reino de Dios está totalmente en Jesús de Nazaret. Que llegue a todos. Buen día.
ResponderEliminar"En el pan de la unidad, Cristo, danos Tú la paz, y olvídate de nuestro mal" Estamos aquí. Queremos llegar a la unidad. Guárdanos en la paz y que sepamos conservarla y distribuirla.
ResponderEliminar«Señor, enséñanos a orar, " Lo decimos con los apóstoles. Orar para acercarnos a Dios, escucharle y acompañarle en su camino del reino.
ResponderEliminar"Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste las palabras de mi boca;" Nos sentimos escuchados y también escuchamos sus palabras. Damos gracias, y acogemos su palabra.
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