REZA Y COMPARTE JUVENIL
POR LA FE, ABRAHÁN…
GUÍA DE ORACIÓN JUVENIL 11-08-19
Domingo 19, Tiempo Ordinario, ciclo C
GUÍA: ¡Ven Espíritu
de Dios! Ilumina nuestro corazón, calienta nuestro amor. Estamos aquí, Señor.
Queremos conocerte, descubrir tu presencia en el mundo y en nosotros. Jesús, Tú
te transformabas ante el Padre en tu oración y encuentro con él. Te descubrías
Hijo amado del Padre. Nos transmitías nuestro ser hijos contigo en el Padre.
Guárdanos en tu presencia, fortalece nuestra fe, nuestra esperanza, nuestro
amor. SILENCIO DE ACOGIDA, DE ENCUENTRO, DE ENTREGA.
De la carta a los Hebreos (11,1-2.8-19):
La fe es la garantía
de las cosas que se esperan, la prueba de aquellas que no se ven. Por ella
recibieron testimonio de admiración los antiguos. Por la fe Abrahán,
obedeciendo la llamada divina, partió para un país que recibiría en posesión, y
partió sin saber a dónde iba. Por la fe vino a habitar en la tierra prometida
como en un país extranjero, viviendo en tiendas de campaña, con Isaac y Jacob,
herederos con él de la misma promesa. Porque él esperaba la ciudad de sólidos
cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Por la fe recibió también
Sara el poder de concebir, fuera de la edad propicia, porque creyó; en la
fidelidad de aquel que se lo había prometido. Precisamente por esto, de un solo
hombre, ya casi muerto, nació una descendencia tan numerosa como las estrellas
del cielo y como los incontables granos de arena que hay en las playas del mar.
Todos éstos murieron en la fe sin haber obtenido la realización de las
promesas, pero habiéndolas visto y saludado de lejos y reconociendo que eran
extranjeros y peregrinos en la tierra. Ahora bien, aquellos que hablan así
demuestran claramente que buscan la patria. Y si ellos hubiesen pensado en
aquella de la que habían salido, hubiesen tenido oportunidad para volver a
ella. Ellos, en cambio, aspiraban a una patria mejor, es decir, celeste. Por
eso Dios no se avergüenza de ellos, de llamarse «su Dios», porque les ha
preparado una ciudad. Por la fe Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac; e
inmolaba a su hijo único a aquel que había recibido las promesas, a aquel de quien
le había sido dicho: De Isaac saldrá una descendencia que llevará tu nombre.
Porque pensaba que Dios tiene poder incluso para resucitar a los muertos. Por
eso recobró a su hijo. Esto es un símbolo para nosotros.
GUÍA: La fe de
Abrahán y de tantos hombres y mujeres nos expone ante la mirada eterna de Dios y
acoge sus certezas. Fiarse de Dios y seguir sus sendas es la fe de aquellos creyentes que lleva a la
realización de las promesas, a confiar en el poder y misericordia de un Padre
que ama y entrega lo mejor a sus hijos.
Padre Dios, también hoy cumples con tu pueblo. Sácianos de tus misericordias y
que acojamos tu verdad y tu amor. SILENCIO
QUE SE FÍA, SE OFRECE Y ABRE AL AMOR DE DIOS
Del santo evangelio según san Lucas (12,32-48):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón. Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
Pedro le preguntó: «Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?»
El Señor le respondió: «¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda en llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá.»
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón. Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
Pedro le preguntó: «Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?»
El Señor le respondió: «¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda en llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá.»
GUÍA: No temáis,
porque vuestro Padre ha tenido a
bien el daros el reino. Él se regala a los que le buscan. ¿Podemos decir que
somos de los que le buscan? Él da sentido a las cosas y a la vida. Estad como
los que esperan a que el Señor regrese.
Estar atentos a su llegada es importante. Que no pase sin conocerle o abrirle
la puerta. Que no se nos endurezca el corazón
Repitamos estas y otras frases para avivar la esperanza. SILENCIO ESPERANZADO, SEGURO, ABIERTO.
RECOPILAMOS nuestros
sentimientos, los pasos del encuentro.
AGRADECEMOS la presencia
de Dios, del Espíritu, de Jesús resucitado.
OFRECEMOS nuestros
deseos y compromisos.
INVOCAMOS A MARÍA
PEDIMOS
por toda la humanidad.
CANTAMOS
Somos un pueblo
que camina
Somos un pueblo que camina/y
juntos caminando/
podremos alcanzar/ otra
ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas/ciudad
de eternidad.
Somos un pueblo que camina/que
marcha por el mundo
buscando otra ciudad./Somos
errantes peregrinos
en busca de un destino/destino
de unidad.
Siempre seremos caminantes
pues sólo caminando/podremos
alcanzar
otra ciudad que no se acaba/sin
penas ni tristezas
ciudad de eternidad.
Danos valor para la lucha/valor
en las tristezas
valor en nuestro afán./Danos
la luz de tu Palabra
que guíe nuestros pasos/en
este caminar.
Marcha Señor junto a
nosotros/pues sólo en tu presencia
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba/sin
penas ni tristezas
ciudad de eternidad.
"Por la fe" Es conducido Abrahán, es liberado el Pueblo de su esclavitud, por la fe somos salvados en Cristo. Avivemos la fe y abramos el corazón al don de Dios. Una semana de fe para todos.
ResponderEliminar«No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino." El Padre comprometido con cada uno de sus hijos para hacer un mundo nuevo. ¡Qué belleza!
ResponderEliminar"La fe es la garantía de las cosas que se esperan, la prueba de aquellas que no se ve" El Padre nos da esa garantía. El Espíritu nos nos fortalece en ella y Jesús se une a nosotros, para hacerla realidad. Adoración y gloria por siempre.
ResponderEliminar«¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas?" Todo don es para el bien de la comunidad humana. ¿Cuáles son los tuyos? ¿Los ponemos al servicio de quien lo necesita?
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