Reza y Comparte Juvenil. Guía de Oración. INICIO

Blog de ORACIÓN JUVENIL. Si eres creyente, encuéntrate con Dios cada día. Si no lo eres, búscalo y Él te encontrará. Puedes comentar tus impresiones.

sábado, 18 de octubre de 2025

INSISTE A TIEMPO Y DESTIEMPO

 

REZA Y COMPARTE JUVENIL

INSISTE A TIEMPO Y DESTIEMPO

 

GUÍA DE ORACIÓN J 19-10-25 , XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

 

GUÍA:  Pablo recomienda a Timoteo que insista a tiempo y destiempo con las tareas del evangelio. Es la constancia de la fe, del bien. Dios sigue cuidando de cada uno a tiempo y destiempo, nos impulsa a su amor con insistencia. ¿Le entendemos? Nos llama a esos trabajos del evangelio. Reflexionamos nuestra postura. SILENCIO DE ENTENDER, DE CONTEMPLAR, DE ACTUAR.

 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (3,14–4,2):

QUERIDO hermano:
Permanece en lo que aprendiste y creíste, consciente de quiénes lo aprendiste, y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.
Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para toda obra buena.
Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a muertos, por su manifestación y por su reino:
proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina.

 

GUÍA: Toda Escritura es inspirada y útil para enseñar, educar, preparar para toda obra buena. Visualizamos cómo actúa en nosotros, cómo actúa en la sociedad, en el mundo. Abrimos el corazón y la mente para recibirla con empeño y consciencia en la vida de cada día. SILENCIO DE VISUALIZACIÓN, DE ESCUCHA, DE DISPONIBILIDAD.

Salmo

Sal 120,1-2.3-4.5-6.7-8

R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

V/. Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.

V/. No permitirá que resbale tu pie,

tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel. R/.

V/. El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche. R/.

V/. El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre. R/.

 

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,1-8):

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer.
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
“Hazme justicia frente a mi adversario”.
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:
“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».
Y el Señor añadió:
«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

 

GUÍA: Jesús presenta la eficacia de la oración, su necesidad y la insistencia, la constancia en hacerla, en comunicarla. Nos hace pensar en la forma de actuar de una persona y también de Dios. Saquemos conclusiones, formas de actuar de nosotros o de otros. Oremos con constancia, humildad y fe. SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE EXAMEN, DE REALIDAD.

 

RECIBIMOS AL ESPÍRITU QUE NOS FORTALECE.

PEDIMOS, ALABAMOS, DAMOS GRACIAS, PRESENTAMOS UN COMPROMISO.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO

 

CANTAMOS

 

Vengo ante ti mi Señor

Vengo ante Ti, mi señor,
reconociendo mi culpa.

Con la fe puesta en tú amor,
que tú me das como a un hijo.

Te abro mi corazón,
y te ofrezco mis miserias.

Despojado de mis cosas,
quiero llenarme de ti.

Que tu espíritu señor,
abrace todo mi ser.

Hazme dócil a tu voz,
transforma mi vida entera.

Hazme dócil a tu voz,
transforma mi vida entera.

Puesto en tus manos, señor,
siento que soy pobre y débil.

Mas tú me quieres así,
yo te bendigo y te alabo.

Padre, en mi debilidad,
tú me das la fortaleza.





Amas al hombre sencillo,
le das tu paz y perdón.

Que tu espíritu señor,
abrace todo mi ser.

Hazme dócil a tu voz,
transforma mi vida entera.

Hazme dócil a tu voz,
transforma mi vida entera

https://www.youtube.com/watch?v=OzDXU2ZjlKs

1 comentario:

  1. Insiste a tiempo y destiempo. La Palabra de Dios es sincera, escuchamos y compartimos su voz. Él es eficaz. En nuestra oración abrimos el corazón para recibirla con amor y llevarla a otras personas.

    ResponderEliminar

Me gusta