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viernes, 23 de agosto de 2024

COMO CRISTO AMÓ A SU IGLESIA

 

REZA Y COMPARTE JUVENIL

COMO CRISTO AMÓ A SU IGLESIA

GUÍA DE ORACIÓN, 25 -08- 24 XXI Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo B

 

GUÍA: Preparamos el encuentro con Jesús. Tomar conciencia de lo que hacemos, conciencia de nuestra fe. Ahí en el interior, nos reconocemos débiles y deseamos acercarnos a la fuente de la vida para saciar nuestra sed de amor, de verdad, de misericordia. Danos, Padre, el don de la oración, de la comunicación contigo y tu presencia. SILENCIO DE CONFIANZA, DE INTERIORIZACIÓN, DE FE.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,21-32):

 

Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres corno Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.» Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

 

GUÍA: Como Cristo amó a su iglesia, debemos amarnos unos a otros, El amor de los esposos representa este amor. Un amor fiel, entregado. Serán dos en una sola carne. Amad a vuestras esposas, amaos mutuamente como cristo ama a la iglesia. Agradecemos el amor que Cristo da, amamos para que crezca ese amor en todos los miembros. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE RECONOCIMIENTO, DE OFRENDA.

 

Salmo

Sal 33,2-3.16-17.18-19.20-21.22-23

R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R/.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra fe sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R/.

Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor;
él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará. R/.

La maldad da muerte al malvado,
y los que odian al justo serán castigados.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.
 

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,60-69):

 

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»

 

GUÍA: El espíritu es quien da vida. Pero algunos no creen. Algunos se van ante este discurso.   Acogemos el don del Espíritu, acogemos la vida que nos da. Con Pedro decimos: tú eres el Santo consagrado por Dios. Valoramos la fe que nos sostiene y pedimos al Padre que la fortalezca. Adoramos. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE CONFIANZA, DE UNIÓN.

 

ESCUCHAMOS A JESÚS, COMPRENDEMOS SUS PALABRAS, OFRECEMOS LO QUE SOMOS Y TENEMOS.

 

INVOCAMOS A MARÍA, QUE ELLA NOS ENSEÑE El CAMINO HACIA JESÚS Y HACIA EL PADRE.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE COMO HIJOS, CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

 

CANTAMOS:

 

Bm    F#      Bm      G    D

Gustad y ved que bueno es el Señor,

  Em              Em6     F#

dichoso el que se acoge a él.

   B7    Em       A            D

Gustad y ved que bueno es el Señor,

  Em              Bm    F#7     Bm

dichoso el que se acoge  a      él.

 

     Bm          Em        Bm

La palabra del Señor es sincera,

  G             A          Bm

y todas sus acciones son leales;

   G         A            D

El ama la justicia y el derecho

        Em         Em6      F#

y de su amor está llena la tierra.

CORO

 

     Bm      Em             Bm

El Señor es fiel    a sus palabras,

     G       A            Bm

bondadoso en todas sus acciones;

        G       A               D

cerca está de aquellos que lo invocan,

        Em      Em6       F#

y lo buscan de todo  corazón.

https://www.youtube.com/watch?v=R9cHcqexNQA

8 comentarios:

  1. "Como Cristo amó a su Iglesia" Nos invita a amar con generosidad. Lo reflexionamos y hacemos nuestro.

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  2. Singapur, Gracias por vuestras visitas. ¿Os gusta orar? Saludos.

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  3. "Amar a su mujer es amarse a sí mismo...como Cristo a su iglesia." Amar mutuamente y construir familia. Pedimos este don para todas las familias y parejas.

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  4. "Amar a su mujer es amarse a sí mismo." Amar a su mujer, el amor entre los esposos, es amarse a sí mismo. El amor es comprensivo, es servicial... Pedimos ese amor para todos.

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  5. «¿También vosotros queréis marcharos?» Se lo pregunta Jesús a los discípulos. Nos viene a nosotros también la pregunta. Que sepamos respnder como Pedro. Tu tienes palabras de vida eterna.

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  6. "Danos, Padre, el don de la oración, de la comunicación contigo y tu presencia." Unidos repetimos esta oración, la hacemos nuestra y pedimos para todos.

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  7. "Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada." Contemplamos a Jesús y a la Iglesia. Pedimos el amor para todos.

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  8. "Como Cristo amó a su iglesia, debemos amarnos unos a otros," Hagamos camino y compartamos la fe y el amor.

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