REZA Y
COMPARTE JUVENIL
NOS
ENGENDRÓ
GUÍA DE
ORACIÒN JUVENIL 01-09-24, XXII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
GUÍA: Oh Padre, en ti vivimos, nos
movemos y existimos. Estamos en tu presencia, necesitamos tu luz y tu verdad.
Nos creaste, Señor, para ti y nuestro corazón no está satisfecho hasta que
descansemos en ti, decía San Agustín. Hacemos eco de ello en nuestro interior y
en nuestra vida. Hablamos contigo, escuchamos tu presencia, avivamos la fe.
SILENCIO DE FORTALEZA EN LA FE, EN LA CONFIANZA, EN EL ENCUENTRO
Lectura
de la carta del apóstol Santiago (1,17-18.21b-22.27):
Todo
beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el
cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra
de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas.
Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros.
Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros
mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar
huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este
mundo.
GUÍA: Nos hablas de docilidad a la Palabra que ha sido plantada en nosotros y es capaz de salvarnos. Docilidad para realizar esa Palabra. Tú eres quien da ese don y su realización. Queremos conocerte mejor, alabar tu nombre, vivir en tu presencia, glorificarte en las obras. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE ESCUCHA, DE UNIÓN.
Salmo
Sal
14,2-3a.3bc-4ab.5
R/. Señor, ¿quién puede
hospedarse en tu tienda?
El que
procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R/.
El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R/.
El que no
presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Marcos (7,1-8.14-15.21-23):
En aquel
tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de
Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir,
sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin
lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus
mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a
otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus
discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está
escrito: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de
mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son
preceptos humanos.» Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la
tradición de los hombres.»
Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: Nada
que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo
que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los
malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias,
injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad.
Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»
GUÍA: Jesús nos avisa sobre el culto que
damos a Dios. ¿Le honramos con los labios y el corazón está lejos de él?
Guárdanos en tu presencia, acompaña nuestro caminar y haz que seamos dóciles en
la verdad y el amor. Que la pureza del corazón rija nuestros pensamientos y
acciones. Hacemos silencio y escuchamos tu voz. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO,
DE VISIÓN, DE ACCIÓN.
ESCUCHAMOS
A JESÚS, COMPRENDEMOS SUS PALABRAS, OFRECEMOS LO QUE SOMOS Y TENEMOS.
ACLAMAMOS
AL ESPÍRITU SANTO Y PEDIMOS SU PRESENCIA.
INVOCAMOS
A MARÍA, QUE ELLA NOS ENSEÑE El CAMINO HACIA JESÚS Y HACIA EL PADRE.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE COMO HIJOS, CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.
CANTAMOS:
SOL SIm
Señor
enséñanos a orar,
MIm SIm
A hablar con
nuestro padre Dios.
LAm
DO
Señor
enséñanos a orar,
LAm RE7
a abrir las
manos ante tí.
1. Orar con
limpio corazón
MIm
SIm
que sólo
cante para tí.
LAm DO
Con la
mirada puesta en tí.
LAm
RE7
Dejando que
hables, Señor.
SOL
SIm
Orar
buscando la verdad.
MIm
SIm
Cerrar los
ojos para ver.
LAm
DO
Dejarnos
seducir, Señor,
LAm
RE7
andar por
tus huellas de paz.
2. Orar
hablándote de tí,
de tu
silencio y de tu voz,
de tu
presencia que es calor.
Dejarnos
descubrir por ti.
Orar también
es sequedad.
Las manos en
tu hombro, Señor.
Mirarte con
sinceridad.