REZA Y
COMPARTE JUVENIL
LO SEGUÍA
MUCHA GENTE
GUÍA DE
ORACIÓN JOVEN 28-07-24 XVII Domingo del tiempo ordinario, Ciclo B
GUÍA: Lo seguía mucha gente. Habían visto los signos que hacía. La
oración nos atrae por esos signos que vemos desde ti, Padre. Tu grandeza y
misericordia nos atrae y cautiva. Tú, Jesús, sigues preguntando qué hacemos con
esta gente. Y tú, Espíritu Santo, haces que veamos al muchacho que tiene cinco
panes y dos peces. Multiplica como
entonces nuestros dones y cuida nuestras necesidades. SILENCIO DE PRESENCIA,
DE ENCUENTRO, DE DONACIÓN.
Lectura
de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 4, 1-6
Hermanos:
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la
que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos,
sobrellevaos mutuamente con amor, esforzándoos en mantener la unidad del
Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una
sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor,
una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por
medio de todos y está en todos.
GUÍA: Prisionero por el Señor, os ruego
que viváis en la vocación con la que habéis sido llamados. Padre, Dios,
fortalece nuestro seguimiento, nuestro andar por tus caminos, haznos hijos
fieles. Que el don de la unidad nos abrace y conforte. Que tu Espíritu Santo
esté sobre todos, y en todos con tu gracia. Que tu amor llene nuestros
corazones y los sacie de tu presencia. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE UNIÓN,
DE PRESENCIA.
Salmo
Sal. 144,
10-11. 15-16. 17-18 R: Abres tú la mano, Señor, y nos sacias.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
Los ojos de
todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente. R/.
El Señor es
justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 6, 1-15
En aquel
tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades. Lo
seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los
ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
«¿Con qué compraremos panes para que coman estos?».
Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es
eso para tantos?».
Jesús dijo:
«Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos
cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que
estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
«Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de
cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo
que había hecho, decía:
«Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez
a la montaña él solo.
GUÍA: Jesús ve a la gente, tiene compasión de ella, quiere
darles pan. Pide ayuda y un muchacho le da unos panes y unos peces. Los
multiplica, se sacian y sobra. Abundancia de Dios. Estamos allí. Visualizamos
los hechos. Entregamos el pan que tenemos y Jesús lo multiplica para saciar a
la multitud. Gracias, Padre, Hijo y Espíritu por esa presencia y ese signo. Tu
presencia es entrega abundante. Gracias. SILENCIO DE COMUNICACIÓN, DE
GENEROSIDAD, DE COMPARTIR.
RECOGEMOS LA
SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE PARA RECORDAR.
PRESENCIA, FE, AGRADECIMIENTO,
RESPUESTA.
INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE,
PARA QUE NOS ACOMPAÑE EN EL CAMINO.
CON JESÚS NOS DIRIGIMOS AL PADRE:
PADRE NUESTRO…
CANTAMOS.
Tu eres , Señor , el Pan de Vida
Mi Padre es quien os da verdadero Pan
del cielo.
Tú eres, Señor, el Pan de Vida.
Quien come de este Pan, vivirá
eternamente.
Aquel que venga a Mí, no padecerá más
hambre.
Mi carne es manjar y mi Sangre la
bebida.
El pan que Yo daré, ha de ser mi
propia Carne.
Quien come de mi Carne, mora en Mí y
Yo en él.
Bebed todos de él: es el cáliz de mi
Sangre.
Yo soy el Pan de Vida que ha bajado
de los cielos.
Si no coméis mi Carne, no tendréis
vida en vosotros.
Quien bebe de mi Sangre, tiene ya de
la Vida eterna.
Mi Cuerpo recibid, entregado por
vosotros.