REZA Y
COMPARTE JUVENIL
SAGRADA
FAMILIA
GUÍA DE
ORACIÓN J Domingo 31 de Diciembre. Octava de
Navidad. SAGRADA FAMILIA
GUÍA: La Iglesia celebra la fiesta de la
Sagrada Familia. María, José y el Niño se nos presentan como modelo de Padres y
de Hijo. María acepta la propuesta del ángel y el Verbo se hizo uno de
nosotros. José recibe a María y hace de padre para Jesús: Sencillez, humildad y
obediencia a Dios. La contemplamos con respeto y amor. SILENCIO DE
ADMIRACIÓN, DE COMUNIÓN, DE CAMINO.
Hb 11, 8.
11-12. 17-19
Hermanos:
Por su fe, Abraham, obediente al llamado de Dios, y sin saber a dónde iba,
partió hacia la tierra que habría de recibir como herencia.
Por su fe,
Sara, aun siendo estéril y a pesar de su avanzada edad, pudo concebir un hijo,
porque creyó que Dios habría de ser fiel a la promesa; y así, de un solo
hombre, ya anciano, nació una descendencia, numerosa como las estrellas del
cielo e incontable como las arenas del mar.
Por su fe,
Abraham, cuando Dios le puso una prueba, se dispuso a sacrificar a Isaac, su
hijo único, garantía de la promesa, porque Dios le había dicho: De Isaac nacerá
la descendencia que ha de llevar tu nombre. Abraham pensaba, en efecto, que
Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; por eso le fue devuelto
Isaac, que se convirtió así en un símbolo profético.
GUÍA: Abraham se fía de Dios y sigue el camino que Dios le dice. Es puesto a prueba con el sacrificio de Isaac. Pero es confirmado en la fe. Se le da una descendencia numerosa. José también es obediente y acepta a María y al Niño. Visualizamos los distintos pasos y reacciones. ¿Qué nos enseña Abrahan? ¿Cómo aprendemos de María? ¿Cuáles son las enseñanzas de José? SILENCIO DE PAZ, DE CONFIANZA, DE AMOR.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas
Lc 1,
26-38
En aquel
tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado
José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia,
el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se
preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios.
Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será
grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su
reinado no tendrá fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo
permanezco virgen?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo
descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso,
el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu
parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el
sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para
Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí
lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.
GUÍA: María recibe el saludo del ángel y la alegría de ser madre de Jesús. Se fía de la palabra y Dios se encarna en su seno. Enséñanos a crecer en la fe, a avivar la confianza, a acrecentar el amor. María y José, acompañad a la familias para que dejen espacio a la presencia de Dios y sus deseos. Que la paz, el amor, la confianza, sean señales de la presencia de Dios en todas ellas. SILENCIO DE FE, DE CONFIANZA, DE FUTURO.
RECOGEMOS
NUESTRA ORACIÓN: Una frase nos ayuda a recordarla.
INVOCAMOS
A MARÍA, MADRE Y AMIGA, QUE NOS AYUDE.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE COMO JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS
El
Tamborilero
El camino
que lleva a belén
Baja hasta el valle que la nieve cubrió
Los pastorcillos quieren ver a su rey,
Le traen regalos en su humilde zurrón
Al redentor, al redentor.
Ha nacido en un portal de belén el niño dios.
Algún presente que te agrade, señor.
Más, tú ya sabes que soy pobre también,
Y no poseo más que un viejo tambor,
Viejo tambor, viejo tambor.
En tu honor frente al portal tocaré,
Con mi tambor.
El camino
que lleva a belén,
Yo voy marcando con mi viejo tambor.
Nada mejor hay que yo pueda ofrecer,
Su ronco acento es un canto de amor,
Al redentor, al redentor.
Cuando dios me vio tocando ante el,
Me sonrió.