REZA Y
COMPARTE JUVENIL
JESUCRISTO
REY DEL UNIVERSO
GUÍA DE
ORACIÓN JOVEN Domingo 34º del Tiempo Ordinario. Jesucristo Rey del Universo -
Ciclo C
GUÍA: Este Domingo es el último del Año
Litúrgico. Hemos recorrido a través de las fiestas litúrgicas, los
misterios de Jesús y de la vida de la Iglesia. Hoy se pone como centro de la
celebración a Jesucristo, rey de la vida y del mundo. Dios nos ha sacado del
dominio de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo. Nos situamos
en el momento y acogemos su don y su encarnación. SILENCIO DE TOMA DE
CONCIENCIA, DE RECONOCIMIENTO, DE FE.
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (1,12-20):
Hermanos:
Demos
gracias a Dios Padre, que os ha hecho capaces de compartir la herencia del
pueblo santo en la luz.
Él nos ha
sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha
trasladado al reino del Hijo de su amor,
por cuya
sangre hemos recibido la redención,
el perdón de
los pecados.
Él es imagen
del Dios invisible,
primogénito
de toda criatura;
porque en él
fueron creadas todas las cosas:
celestes y
terrestres, visibles e invisibles.
Tronos y
Dominaciones,
Principados
y Potestades;
todo fue
creado por él y para él.
Él es
anterior a todo,
y todo se
mantiene en él.
Él es
también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el
principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.
Porque en él
quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él y para él quiso reconciliar
todas las cosas,
las del cielo
y las de la tierra,
haciendo la
paz por la sangre de su cruz.
GUÍA: Nos unimos a Jesús para hacer la
alabanza y dar gloria a nuestro Padre Dios. Recibimos a Jesús, que ha entregado
su vida por el perdón de los pecados. Agradecemos su don y nos sentimos reconciliados
con él y los hermanos. Quiso Dios, que
residiera en él toda la plenitud. Él es la cabeza de la Iglesia. SILENCIO DE
GRACIAS, DE ADORACIÓN, DE UNIÓN.
Sal
121,1-2.4-5
R/. Vamos
alegres a la casa del Señor.
V/. Qué
alegría cuando me dijeron:
¡«Vamos a la
casa del Señor»!
Ya están
pisando nuestros pies
tus
umbrales, Jerusalén. R/.
V/. Allá
suben las tribus, las tribus del Señor,
según la
costumbre de Israel,
a celebrar
el nombre del Señor;
en ella
están los tribunales de justicia,
en el palacio
de David. R/
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (23,35-43):
En aquel
tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:
«A otros ha
salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».
Se burlaban
de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:
«Si eres tú
el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».
Había
también por encima de él un letrero:
«Este es el
rey de los judíos».
Uno de los
malhechores crucificados lo insultaba diciendo:
«¿No eres tú
el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».
Pero el
otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
«¿Ni
siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo
estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en
cambio, éste no ha hecho nada malo».
Y decía:
«Jesús,
acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».
Jesús le
dijo:
«En verdad
te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».
GUÍA: En la escena interviene Jesús, los
ladrones, nosotros, el Padre. ¿Cómo? Jesús en su muerte por los pecados de la
humanidad, nosotros parte de esa humanidad, el Padre que recibe a su Hijo como
ofrenda, un ladrón que se burla y otro que defiende a Jesús y le pide se
acuerde de él en su reino. ¿Nos identificamos con alguno? Jesús, danos fe para
acogerte, reconocerte como salvador. SILENCIO DE ADORACIÓN, DE ESPERANZA, DE
PERDÓN.
RECOGEMOS
LA SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN.
RECONOCIMIENTO,
UNIÓN, DISPONIBILIDAD, ESPERANZA.
INVOCAMOS
A MARÍA, MADRE Y MAESTRA.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS:
TAN CERCA
DE MI
Tan cerca
de mí, tan cerca de mí
que hasta
lo puedo tocar
Jesús
está aquí.
No
busques a Cristo en lo alto
ni lo
busques en la oscuridad
muy
dentro de ti, en tu corazón
puedes
adorar a tu Señor.
Le
hablaré sin miedo al oído
le
contaré las cosas que hay en mí
y que
sólo a El, le interesarán
El es más
que amigo para mí.
Míralo a
tu lado por la calle
caminando
entre la multitud
muchos no
lo ven, porque ciegos son
ciegos de
ceguera espiritual.
https://www.youtube.com/watch?v=_eTl7Vu88ek