REZA Y COMPARTE JUVENIL
RESUCITÓ
AL TERCER DÍA
GUÍA, ORACIÓN JOVEN 06-02-22
Domingo 5º del Tiempo Ordinario - Ciclo C
verdad. Pablo nos recuerda el Evangelio anunciado y en el que estamos fundamentados. Es su mensaje primero y el que también nosotros hemos recibido. Nos disponemos a orar, a encontrarnos con Jesús resucitado, que sigue actuando en nosotros. Ven, Espíritu Santo, ilumínanos. SILENCIO DE LUZ, DE AGRADECIMIENTO, DE PRESENCIA.
Lectura
de la primera carta de san Pablo a los Corintios (15,1-11):
Os recuerdo,
hermanos, el Evangelio que os anuncié y que vosotros aceptasteis, en el que
además estáis fundados,
y que os
está salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos; de lo
contrario, creísteis en vano.
Porque yo os
transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por
nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al
tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más tarde a los
Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de
los cuales vive todavía, otros han muerto; después se apareció a Santiago, más
tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció
también a mí.
Porque yo
soy el menor de los apóstoles y no soy digno de ser llamado apóstol, porque he
perseguido a la Iglesia de Dios.
Pero por la
gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no se ha frustrado en
mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la
gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto yo como ellos predicamos así, y así lo
creísteis vosotros.
GUÍA: Cristo resucitado está con nosotros,
nos está salvando. Nuestra vida está llena de su perdón y de su amor. Su gracia
actuó en Pablo y los primeros cristianos, actúa también en nosotros por la fe.
Lo reconocemos y en silencio lo aceptamos. Renovamos nuestra vida iluminada por
la suya. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE AMISTAD, DE ESPERANZA.
Sal 137 R/. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (5,1-11):
En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes.
Subiendo a
una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de
tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó
de hablar, dijo a Simón:
«Rema mar
adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
Respondió
Simón y dijo:
«Maestro,
hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu
palabra, echaré las redes».
Y, puestos a
la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a
reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra
barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos
barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó
a los pies de Jesús diciendo:
«Señor,
apártate de mí, que soy un hombre pecador».
Y es que el
estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de
peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de
Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Y Jesús dijo
a Simón:
«No temas;
desde ahora serás pescador de hombres».
Entonces
sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
GUÍA: Están en la barca, Jesús invita a
remar mar adentro. No hemos pescado nada, le dicen. Pero en tu nombre echaré
las redes. Situaciones qu ese pueden repetir hoy. Nos unimos a ese echar las
redes de Pedro, en nombre de Jesús. Lo visualizamos, creemos, él está ahí y
sigue dando impulso a la pesca. El Reino de Dios sigue dando fruto. SILENCIO
DE FE, DE CONFIANZA, DE UNIÓN.
HACEMOS SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN: LAS PALABRAS QUE TE
QUEDAN SON…
AGRADECEMOS, ADORAMOS, OFRECEMOS.
INVOCAMOS A MARÍA PARA QUE NOS ACOMPAÑE EN EL CAMINO.
CON JESÚS, NOS DIRIGIMOS AL PADRE: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS
Tú has
venido a la orilla,
No has
buscado ni a sabios ni a ricos.
Tan sólo
quieres que yo te siga.
Señor, me
has mirado a los ojos,
Sonriendo
has dicho mi nombre.
En la arena
he dejado mi barca:
Tú necesitas
mis manos,
Mis
cansancios que a otros descanse,
Amor que
quiero seguir amando.
Tú sabes
bien lo que quiero,
En mi barca
no hay oro ni espadas,
Tan sólo
redes y mi trabajo.
Tú, pescador
de otros lagos,
Ansia eterna
de almas que esperan.
Amigo bueno
que así me llamas.
"Resucitó al tercer día" Nos lo recuerda san Pablo. Y en esta oración podemos actualizar la fe, elevar el corazón a dios y agradecer sus dones, compartiéndolo con otras personas.
ResponderEliminar"Tan sólo quieres que yo te siga". Aquí estoy. Ilumina mi camino y fortalece mis pasos. Agradecemos. buen día.
ResponderEliminar"Jesús nos está salvando". La fe en Jesús nos une a él, a su camino y nos lleva a una mayor amistad, fidelidad con él. Lo visualizamos, profundizamos, oramos.
ResponderEliminar"Sonriendo has dicho mi nombre". lo escuchamos y agradecemos. Caminamos con él, nos identificamos con su proyecto de amor.
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