GUÍA DE
ORACIÓN JUVENIL 12-03-17
GUÍA: Un nuevo
día contigo, Señor. Amigo, ¿Vienes al Tabor? Allí vas a orar, a encontrarte con
tu Padre Dios en el silencio y la soledad. Vamos contigo, Jesús. Te
transfiguras en luz, estás con Moisés, maestro de la Ley y Elías, maestro del Espíritu
de Dios. Pasamos un rato en oración, contemplamos
tu rostro. En silencio te adoramos, abrimos nuestro corazón para exponerte nuestra
causa, reconocemos tu unión con el Padre Dios. SILENCIO DE ADORACIÓN, DE RECONOCIMIENTO,
DE ACOGIDA.
De la
segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,8b-10):
Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio.
GUÍA: Ahí en el Tabor, seguimos contemplándote y oyendo tu
palabra. Eres el Hijo amado del
Padre. Desde la eternidad, el Padre
Dios nos amó y dio su gracia. Somos llamados a una vida santa, nos invitas a
tomar parte en los trabajos del Evangelio. Acogemos tu invitación, queremos
colaborar contigo. Conviértenos a ti. SILENCIO
DE ESCUCHA, DE ACCIÓN HACIA LA VERDAD Y EL AMOR.
Del santo
evangelio según san Mateo (17,1-9):
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.» Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.» Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
GUÍA: Es mi Hijo el amado, el predilecto, escuchadlo. Como
Pedro, quedamos fascinados por el anuncio del Padre. Que tu imagen, Jesús, quede fijada en nuestro corazón
y nos lance a amarte por encima de todas las cosas. Que nos lance al amor al Padre y al amor de los hermanos, de toda persona. Que
seamos signos del amor de Dios y colaboremos en la construcción de un mundo más
justo, como Tú quieres. SILENCIO DE VISUALIZACIÓN,
DE ACEPTACIÓN, DE FRATERNIDAD.
RECOGEMOS LO MÁS IMPORTANTE para recordar.
AGRADECEMOS, OFRECEMOS, PEDIMOS, DAMOS GLORIA A DIOS
INVOCAMOS A MARÍA
PADRE NUESTRO con todo el universo
CANTAMOS
No sé como alabarte ni que decir Señor,
confío en tu mirada que me abre el corazón.
Toma mi pobre vida que es sencilla ante ti,
quiere ser alabanza por lo que haces en mí.
GLORIA, GLORIA A DIOS, GLORIA, GLORIA A DIOS
GLORIA, GLORIA A DIOS, GLORIA, GLORIA A DIOS
Siento en mí tu presencia,
soy como Tú me ves
bajas a mi miseria, me llenas de tu paz.
indigno de tus dones, más por tu gran amor
tu Espíritu me llena, gracias te doy Señor.
confío en tu mirada que me abre el corazón.
Toma mi pobre vida que es sencilla ante ti,
quiere ser alabanza por lo que haces en mí.
GLORIA, GLORIA A DIOS, GLORIA, GLORIA A DIOS
GLORIA, GLORIA A DIOS, GLORIA, GLORIA A DIOS
Siento en mí tu presencia,
soy como Tú me ves
bajas a mi miseria, me llenas de tu paz.
indigno de tus dones, más por tu gran amor
tu Espíritu me llena, gracias te doy Señor.
REZA Y COMPARTE, te presenta la Guía de Oración Juvenil de esta semana. Te esperamos en el Tabor. Únete para estar con Jesús.
ResponderEliminar"¿Vienes al Tabor?" Una buena invitación. Encontrar a Jesús que reza al Padre, que está en total plenitud de ser y que prepara su Pascua. Estar con él recibiendo su don.
ResponderEliminar"Ahí en el Tabor, seguimos contemplándote y oyendo tu palabra. Eres el Hijo amado del Padre". Seguimos contemplándote. Contemplad su rostro y quedaréis radiantes, se nos dice. La luz de su rostro, de su mirada, de su ser, efusión del Padre, nos envuelve y fortalece. Gracias, Jesús.
ResponderEliminar"una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo". Es una imagen de lo que pasa en la oración. Silencio, nube luminosa y la voz que dice escuchadle. Hacemos eco en nosotros de este momento y adoramos a Dios que nos acompaña en Jesús.
ResponderEliminar"Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.» Jesús cuidando de los suyos. No temáis. Gracias, Jesús por tu cercanía. Nos encaminas de nuevo a la vida de cada día, donde se prepara la Pascua y la resurrección. Que baje con nosotros, como hizo entonces.
ResponderEliminar"Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo". Qué curioso, nosotros a veces vemos todo menos a Jesús. Padre, danos fe para ver a Jesús en la Palabra, en la Eucaristía y en las personas con quienes tratamos.
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