ORACIÓN
11-12-16
GUÍA: 3º
domingo de Adviento. Ciclo A. La preparación de la venida de Jesús sigue
llamando a la puerta. Vino hace más de 2000 años y sigue viniendo para los
creyentes. Él se hace actualidad para nosotros. En nuestro interior ha ido resonando la voz de
Isaías con sus bellas visiones, que se convierten en vergel donde todo será paz
y convivencia feliz. La voz de Juan el Bautista que llama a la conversión nos
ha puesto en marcha. La fiesta de María Inmaculada acerca a Jesús hasta nuestra
mirada, viendo a la llena de gracia. Hoy, Isaías sigue presentando la gloria
del Líbano y Jesús anuncia el reino de Dios con sus obras. En silencio
Repasamos estos mensajes y cómo han ido influyendo en nuestra conciencia.
Intentemos dar una respuesta. SILENCIO
REFLEXIVO, DE ACOGIDA Y DE RESPUESTA.
Del libro de Isaías (35,1-6a.10):
El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes; decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará.» Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Volverán los rescatados del Señor, vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán.
GUÍA: Somos
ese desierto y el yermo, páramo y estepa. Pero Isaías ve que se alegrarán,
florecerán, Serán la gloria del Señor. El Señor viene en persona. Todo se
transformará. Alegría irá a la cabeza, Sed fuertes y no temáis. Seguimos
entrando en nosotros y encontrando esta avenida descrita y sus acompañantes. El
temor se alejará y todo será nuevo. SILENCIO
DE GOZO Y PRESENCIA . SILENCIO DE CONFIANZA.
De la carta del apóstol Santiago
(5,7-10):
Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.
GUÍA:
Aguardad pacientes el fruto de la tierra. La venida del Señor está cerca. Tomad
el ejemplo de los profetas. No os quejéis unos de otros. Ved al señor que
viene. Todo será nuevo, si está con
nosotros. . Hagamos espacio donde esperar el fruto de Dios, el salvador. ¿Cómo
le recibimos? ¿Se aloja en nuestra casa o por el contrario nos ocupan
demasiadas cosas y le dejamos fuera, no tenemos tiempo para él? SILENCIO DE REVISIÓN, DE DIÁLOGO CON ÉL, DE
PEDIR PERDÓN.
Del santo evangelio según san Mateo
(11,2-11):
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»
Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti." Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.»
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»
Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti." Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.»
GUÍA: Juan
también espera al Mesías. Pregunta por medio de los discípulos. La contestación
de Jesús son sus obras. Los ciegos ven, los sordos oyen… a los pobres se les
anuncia el evangelio. Es un Mesías comprometido con los pobres. A nosotros, que
estamos esperando la venida del salvador, también se nos presenta como salvador
de los oprimidos. En nuestro interior, seguimos apostando por el salvador. ¿Nos
damos cuenta que Él nos salva de la opresión y nos une a su tarea? SILENCIO DE RECONOCIMIENTO DE SU PRESENCIA
Y NUESTRO COMPROMISO
¿CÓMO
HEMOS APOSTADO?
COMPROMISO, PETICIÓN, AGRADECIMIENTO
INVOCAMOS
A MARÍA, que lo entregó todo.
PADRE
NUESTRO, con todos los creyentes.
CANTAMOS
EL PUEBLO GIME DE DOLOR
El pueblo gime de dolor,
¡ven y sálvanos!
A Dios levanta su clamor, ¡ven y sálvanos!
Estribillo
Oye, Padre, el grito de los pueblos,
oye, Cristo, ¡ven y sálvanos!
A Dios levanta su clamor, ¡ven y sálvanos!
Estribillo
Oye, Padre, el grito de los pueblos,
oye, Cristo, ¡ven y sálvanos!
El pueblo está en la
esclavitud, ¡ven y sálvanos!
El pueblo clama libertad, ¡ven y sálvanos!
Estribillo
Moisés será el libertador, ¡ven y sálvanos!
Su brazo es fuerza del Señor, ¡ven y sálvanos!
Estribillo
El pueblo empieza a caminar, ¡ven y sálvanos!
Vencida queda la opresión, ¡ven y sálvanos!
Estribillo
La marcha es dura, ciega el sol, ¡ven y sálvanos!
Se acerca ya la Redención, ¡ven y sálvanos!
Estribillo
El pueblo clama libertad, ¡ven y sálvanos!
Estribillo
Moisés será el libertador, ¡ven y sálvanos!
Su brazo es fuerza del Señor, ¡ven y sálvanos!
Estribillo
El pueblo empieza a caminar, ¡ven y sálvanos!
Vencida queda la opresión, ¡ven y sálvanos!
Estribillo
La marcha es dura, ciega el sol, ¡ven y sálvanos!
Se acerca ya la Redención, ¡ven y sálvanos!
Estribillo
La oración de hoy nos entusiasma con la lluvia. Es regalo del cielo. Que nos vaya calando a lo largo de la semana. Ven salvador. Apostamos por Él.
ResponderEliminar«Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará.»Creemos en Dios. Él viene en persona. Nos fiamos de su presencia y su defensa. Nuestro mundo está sediento de su agua.
ResponderEliminarMe encanta la ambientación. Es precioso el horizonte de cada uno de los personajes que se presentan. La llegada del salvador se hace próxima y eficaz en la vida de los que esperan en él. Ven salvador, ven a nuestro mundo y que tu lluvia dé su fruto.
ResponderEliminar"El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso" Florecer desde cualquier realidad es sueño de la humanidad. ¡Cuántas esperanzas y deseos!. Dios también sueña y sueña con cada uno de nosotros. ¿Qué soñará para ti, y para mi? Hagamos un rato de oración con ese sueño de Dios. Gracias, Padre.
ResponderEliminar"Oye, Padre, el grito de los pueblos,oye, Cristo, ¡ven y sálvanos!" Hoy también gritamos con todos los pueblos ven y sálvanos. Confiamos en Ti, Señor, Dios. Trinidad santa.
ResponderEliminar"viene en persona, resarcirá y os salvará" Dios viene y nos salva. Avivemos nuestra fe. Cuántas luces y adornos y no se ve el nacimiento. Pongámoslo en casa y en los sitios que dependen de nosotros. Son signos de la fe cristiana.
ResponderEliminar«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?» Seguramente esta pregunta se la hace más de uno en nuestro mundo. Ayúdanos, Padre a crecer en la fe, que te veamos y reconozcamos que Jesús es el Hijo de Dios y sigue curando, amando y evangelizando.
ResponderEliminar