GUÍA: Ante Ti, Señor, levanto mi alma. Tu
gloria llena la tierra y el templo. Tu sabiduría nos acompaña y fortalece
nuestra fe. Abrimos el corazón a tu palabra. Nos acogemos a tu presencia. Ven
Espíritu de Dios, llena los corazones de tus fieles y haz que te descubramos en
nosotros, en la vida de cada día, en el bien, el amor y la verdad. Jesús Tú que
eres el camino, la verdad y la vida, alienta nuestro caminar. SILENCIO DE ADORACIÓN,
DE ACOGIDA Y DE AMOR.
De la carta a
los Hebreos (12,5-7.11-13):
Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron: «Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, no te enfades por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos.» Aceptad la corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues, ¿qué padre no corrige a sus hijos? Ninguna corrección nos gusta cuando la recibimos, sino que nos duele; pero, después de pasar por ella, nos da como fruto una vida honrada y en paz. Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, en vez de retorcerse, se curará.
Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron: «Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, no te enfades por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos.» Aceptad la corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues, ¿qué padre no corrige a sus hijos? Ninguna corrección nos gusta cuando la recibimos, sino que nos duele; pero, después de pasar por ella, nos da como fruto una vida honrada y en paz. Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, en vez de retorcerse, se curará.
GUÍA:
Se nos presenta la corrección del Señor como algo que hace el padre para
mejorar al hijo. Dios quiere que vivamos una vida honrada y en paz. Señor queremos
reconocer tu amor y sentirlo en todo momento. Hijos amados del Padre. Gracias
por tu cercanía, por esa presencia que nos salva y transforma. Te adoramos, te
damos gracias, te pedimos perdón por nuestros fallos, Te pedimos por las
necesidades del mundo. SILENCIO DE
PERDÓN Y ALABANZA
Del santo evangelio según san Lucas (13,22-30):
En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?»
Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él os replicará: "No sé quiénes sois." Entonces comenzaréis a decir. "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, lsaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»
En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?»
Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él os replicará: "No sé quiénes sois." Entonces comenzaréis a decir. "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, lsaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»
GUÍA: Jesús
presenta la necesidad de acogen al Señor cuando está cerca. Escuchar su palabra y ponerla en práctica. En caso contrario podemos quedar fuera y no ser reconocidos por
Él. En nuestro interior vemos a Jesús, al Padre, al Espíritu. Hacen su labor de
santificación, y purificación. Que no quedemos fuera, vendrán otros que sean
fieles. ¿Reconocemos al Señor y sus caminos? SILENCIO DE APERTURA A LA VERDAD, Y DE COMPROMISO CON ELLA.
RECOGEMOS lo más
importante de nuestra oración.
AGRADECEMOS la
presencia del Señor
PETICIONES,
COMPARTIMOS alguna frase que nos ha gustado.
INVOCAMOS A MARÍA
VEN CON NOSOTROS A CAMINAR, SANTA MARÍA VEN. (2) Mientras
recorres la vida, Tu nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va.
Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha
por la verdad. Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca
Tu mano al que contigo está. Aunque parezcan tus pasos inútil caminar, Tu vas
haciendo el camino otros lo seguirán....
Ven, Espíritu de Dios, sobre nosotros y sobre tooda al tierra. Escuchemos su voz a lo largo de la semana.
ResponderEliminar«Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, no te enfades por su reprensión" El Padre nos hace ver el bien que podemos hacer. Hemos de elegir. Él espera una respuesta de hijos fieles. Una respuesta que construya el mundo cada día, según los criterios de Dios. Entre todos la vida será más agradable y acogedora.
ResponderEliminar«Señor, ¿serán pocos los que se salven?» ¿Nos lo preguntamos también nosotros? Que vivamos de cara a Dios. Él es quien salva por medio de Jesucristo. En Jesús somos hijos de Dios, pero tenemos que hacer nuestro tan gran don y vivir como tales. Jesús, vive en nosotros y que nuestro comportamiento se corresponda con el tuyo.
ResponderEliminar"vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios" La salvación se hace universal en Jesús. Se nos da la gracia, la amistad con Dios, por su misericordia. Todos agraciados por su gran bondad. Tenemos sitio en la mesa del reino de Dios. Que seamos agradecidos y fieles a tan hermoso regalo.
ResponderEliminar"Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va. María nos acompaña en este renacer de la fe y de la esperanza. Ella hace crecer la presencia de Jesús en los creyentes. Gracias Madre por tu presencia.
ResponderEliminar«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha" Jesús es quien salva. La salvación viene de Dios. La unión con él es lo que produce frutos de vida eterna. Gracias, Jesús, Padre y Espíritu por el amor y la misericordia que derramáis en nuestra vida.
ResponderEliminarCompartir la fe nos enriquece y afianza la nuestra. Una fe vivida con otros es más fuerte y Jesús se hace vivo en muchas personas de distintos países y lenguas. Rezamos unos por otros. Saludos.
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