GUÍA: Empezamos
nuestra oración de la semana. Nos ambienta en nuestra vida cristiana, con el
evangelio del domingo 2º de Cuaresma. Cuando venimos aquí, Señor, queremos
estar un rato contigo. Queremos subir a la montaña como subieron Pedro, Juan y
Santiago. Iban contigo contentos de acompañarte, de haber sido escogidos para
subir contigo a orar. Vamos entrando en el ambiente de tu intimidad. El camino
sería amistoso y ¿de qué hablabais? Nosotros nos vamos alejando del ruido y
conectando contigo, Jesús. Enséñanos a orar como enseñaste a tus amigos. Deja
que veamos nuestro grado de amistad, si nuestra
semana ha sido intensa, agitada, unida a ti. SILENCIO CLARIFICADOR,
CREYENTE.
Del santo evangelio según
san Lucas (9, 28 b- 36):
En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a
Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el
aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos
hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria,
hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros
se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que
estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía.Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube
que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:
«Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.»Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo.
Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que
habían visto.
GUÍA: Acompañamos a Jesús en su
oración. Nos sentimos unidos a Él. ¿Cuáles son nuestros sentimientos, nuestros
pensamientos, en relación a la escena? Agradecemos su compañía, el haber
venido, el sentirnos amados por Él. Qué bien se está aquí, dijo Pedro.
¿Nosotros, qué decimos? Dejémonos estar
ahí, escuchando a Jesús. Hablaba con Moisés y Elías. Hablaban de su muerte.
Jesús tenía presente su entrega al Padre. Son envueltos por una nube. Se
asustan Pedro, Juan y Santiago. Y una voz confirma a Jesús: Éste es mi Hijo, el
escogido, escuchadle. Guardaron silencio. Vuelven con los otros.
Hemos seguido estos pasos. Nos unimos a
sus sentimientos y oración. Hablemos con Jesús. Dejemos que su palabra llegue a
nosotros.
PEDIMOS por las necesidades del
mundo.
PADRE NUESTRO. Nos unimos a la oración
de Jesús, con toda la humanidad.
INVOCAMOS a María
Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino,
Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven. (bis) / Aunque
digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la
verdad. Ven./ Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca
tu mano al que contigo está./ Ven con. Aunque parezcan tus pasos
inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros los seguirán. Ven
DAMOS GRACIAS A DIOS
Jesús nos invita a subir al Tabor con Él. A lo largo de la semana podemos entrar y comentar lo que nos dice.
ResponderEliminarEstar ante tí. Ver tu oración y apertura al Padre. nos anima a conocerte más y a conocerle a Él. Hacer silencio y dejar que Tú hables. estar contigo es un verdadero don. Fortalece nuestra fe y la de toda la humanidad.
ResponderEliminar"subió a lo alto de la montaña, para orar." Subimos con Él. ¿Qué nos dice? Nos invita al cambio, a seguirle, a amar, a identificarnos con su proyecto. Acojamos su palabra.
ResponderEliminar"mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió" ¿Transforma la oración nuestra vida, nuestra forma de pensar, nuestro encuentro con Dios y con las personas de alrededor? ¿Cómo nos impacta el encuentro con Cristo Transfigurado?
ResponderEliminarEn el Tabor nos unes al Padre, vemos su predilección por tí. Moisés y Elías nos hacen pensar en nuestro mundo: compromiso y profecía: Dios y el hombre los dos focos que te apasionan. Enséñanos a seguir tu modelo de oración y acción.
ResponderEliminar"Vieron la gloria de Dios" ¿Nos vamos encontrando con Jesús durante la semana? ¿Vemos la gloria de Dios en las personas de alrededor? Dios está presente en cada uno de nosotros y se manifiesta. Agradezcamos su presencia y aportemos belleza y gracia a la vida y a nuestro mundo.
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