REZA Y COMPARTE JUVENIL
ATIÉNDELA… VIENE DETRÁS
ORACIÓN JUVENIL 20 -08-23 Domingo 20º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
GUÍA: Momento de oración,
nos preparamos con silencio, confianza y fe. Una mujer cananea sigue a Jesús,
confía, pide su ayuda. Jesús sigue adelante. Los discípulos interceden por
ella. Seguimos a Jesús que se comunica a su Iglesia. Intercedemos por las
necesidades de todas las personas y también decimos: Atiéndelas, Señor. Nos
unimos al dolor del mundo que necesita nuestra oración. SILENCIO DE
OBSERVACIÓN, CONFIANZA, PETICIÓN.
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (11,13-15.29-32):
Os digo a vosotros, los gentiles: Mientras sea vuestro apóstol, haré honor a mi
ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno
de ellos. Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su
reintegración sino un volver de la muerte a la vida? Pues los dones y la
llamada de Dios son irrevocables. Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a
Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia. Así también
ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por
vosotros, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía
para tener misericordia de todos.
GUÍA: Haré honor a mi ministerio, para ver si salvo a alguno. Pablo se
siente enviado, a ser testigo de Jesús y a salvar a cuantos pueda. Como
bautizados y unidos a Cristo, tenemos esa misión de anunciar el don de Dios a
todas las criaturas. En nuestra oración valoramos nuestra entrega y trabajo en
favor de las personas que nos han sido confiadas. SILENCIO DE
RECONOCIMIENTO, DE UNIÓN, DE COMPROMISO.
Salmo Sal 66,2-3.5.6.8
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (15,21-28):
En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a
gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio
muy malo.» Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás
gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las
migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.
GUÍA: Ten
compasión de mí. Mi hija tiene un demonio malo. La madre implora ayuda para su
hija. Cuántas oraciones en favor de otros. Padres y madres oran por sus hijos.
Hijos que ruegan por sus padres. La oración nos une, nos hace solidarios, nos
fortalece en la fe. Colaboramos con otros. SILENCIO DE CONFIANZA, ESCUCHA,
AGRADECIMIENTO.
·
PONEMOS NUESTRA ORACIÓN EN TUS MANOS, PADRE, ACOGEMOS TU
PALABRA, AYÚDANOS A RECIBIR TU PAZ.
·
MARÍA CONTIGO NOS ACERCAMOS AL ALTAR, ENSÉÑANOS A ORAR.
·
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS, Y UNIDOS A ÉL
DECIMOS: PADRE NUESTRO...
CANTAMOS
Somos un pueblo que camina
Somos
un pueblo que camina
y
juntos caminando
podremos
alcanzar
otra
ciudad que no se acaba
sin
penas ni tristezas
ciudad
de eternidad.
Somos
un pueblo que camina
que
marcha por el mundo
buscando
otra ciudad.
Somos
errantes peregrinos
en
busca de un destino
destino
de unidad.
pues
sólo caminando
podremos
alcanzar
otra
ciudad que no se acaba
sin
penas ni tristezas
ciudad
de eternidad.
Danos
valor para la lucha
valor
en las tristezas
valor
en nuestro afán.
Danos
la luz de tu Palabra
que
guíe nuestros pasos
en
este caminar.
Marcha
Señor junto a nosotros
pues
sólo en tu presencia
podremos
alcanzar
otra
ciudad que no se acaba
sin
penas ni tristezas
ciudad
de eternidad.
Dura
se hace nuestra marcha
andando
entre las sombras
y
en tanta oscuridad.
Todos
los cuerpos desatados
ya
sienten el cansancio
de
tanto caminar.
Pero
tenemos la esperanza
de
que nuestras fatigas
al
fin alcanzarán
otra
ciudad que no se acaba
sin
penas ni tristezas
ciudad de eternidad.
"Atiéndela... viene detrás" La fe de la mujer y la mediación de los discípulos consiguen la curación para la hija de aquella mujer. Nuestra oración nos acerca a las personas que sufren, nos lleva a cuidar de ellas, ser mediación y a tener fe en Jesús. Oramos.
ResponderEliminar"Los dones y la llamada de Dios son irrevocables". Agradecemos a Dios esta llamada y elección para nosotros y para todos. Buen día.
ResponderEliminarS. 66 "Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben". Unidos a toda la tierra cantamos la alabanza y agradecemos a Dios sus beneficios.
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