JESÚS PROPONE SU PLAN
GUÍA DE ORACIÓN JUVENIL 30-06-19
GUÍA: Venimos a orar. Queremos silencio, encuentro con Dios, con Jesús, con el Espíritu. Hacemos espacio en nuestras andanzas, aventuras, proyectos. Todo eso nos satisface en parte. Siempre buscamos algo más. San Agustín decía: "Nos creaste para ti y nuestro corazón andará siempre inquieto mientras no descanse en ti". Reflexionamos estas palabras, nos medimos con ellas y expresamos las nuestras. SILENCIO DE RECONCILIACIÓN CON NOSOTROS MISMOS, CON DIOS Y CON LOS DEMÁS.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (5,1.13-18):
Hermanos: Para la libertad nos ha liberado Cristo.
Manteneos, pues, firmes, y no dejéis que vuelvan a someteros a yugos de esclavitud.
Vosotros, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; ahora bien, no utilicéis la libertad como estímulo para la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor.
Porque toda la ley se cumple en una sola frase, que es: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
Pero, cuidado, pues mordiéndoos y devorándoos unos a otros acabaréis por destruiros mutuamente.
Frente a ello, yo os digo: caminad según el Espíritu y no realizaréis los deseos de la carne; pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne; efectivamente, hay entre ellos un antagonismo tal que no hacéis lo que quisierais.
Pero si sois conducidos por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
GUÍA: El plan de Jesús es la libertad para cada uno de nosotros. Libertad del mal y libertad para el bien. Caminad según el Espíritu, nos dice San Pablo. Cuando nos dejamos llevar por lo fácil, no siempre llegamos a buen puerto. Compruébalo en tus pensamientos, en tus sentimientos, en algunas de tus acciones. El plan de Jesús era ser uno con el Padre Dios. ¿Cuál es el nuestro? SILENCIO DE VALORACIÓN, DE UNIÓN, DE VIDA NUEVA.
Lectura del santo evangelio según san Lucas
(9,51-62):
Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.
Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron:
«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?».
Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno:
«Te seguiré adondequiera que vayas».
Jesús le respondió:
«Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».
A otro le dijo:
«Sígueme».
El respondió:
«Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».
Le contestó:
«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Otro le dijo:
«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».
Jesús le contestó:
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».
Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.
Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron:
«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?».
Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno:
«Te seguiré adondequiera que vayas».
Jesús le respondió:
«Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».
A otro le dijo:
«Sígueme».
El respondió:
«Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».
Le contestó:
«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Otro le dijo:
«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».
Jesús le contestó:
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».
GUÍA: Varias
situaciones de encuentro con Jesús. ¿Tienen algún parecido con tu forma de
reaccionar, de actuar, de responder? Visualizamos nuestros encuentros con él,
nuestros deseos. ¿Qué buscamos y decimos? Eres escogido y llamado desde lo que
tú eres. ¿Qué propuestas hay para ti? No dejes de lado lo que Jesús quiere y
sueña para ti. Será ahí donde encuentres la verdadera realidad, la felicidad
verdadera. Silénciate, y encuéntrate con él. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE
CONOCIMIENTO PERSONAL, DE ESCUCHA A LA Palabra de Dios
RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN: Una frase nos ayuda a recordarla.
INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y AMIGA, QUE NOS AYUDE.
NOS DIRIGIMOS AL PADRE COMO JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS
Testigos
1. Nos envías por el mundo
a anunciar la Buena Nueva. (bis todo)
Mil antorchas encendidas
y una nueva primavera. (bis todo)
2. Si la sal se vuelve sosa,
¿quién podrá salar el mundo? (bis todo)
Nuestra vida es levadura,
nuestro amor será fecundo. (bis todo)
3. Siendo siempre tus testigos
cumpliremos el destino. (bis todo)
Sembraremos de esperanza
y alegría los caminos. (bis todo)
4. Cuanto soy y cuanto tengo,
la ilusión y el desaliento. (bis todo)
Yo te ofrezco mi semilla,
y Tú pones el fermento. (bis todo)
a anunciar la Buena Nueva. (bis todo)
Mil antorchas encendidas
y una nueva primavera. (bis todo)
2. Si la sal se vuelve sosa,
¿quién podrá salar el mundo? (bis todo)
Nuestra vida es levadura,
nuestro amor será fecundo. (bis todo)
3. Siendo siempre tus testigos
cumpliremos el destino. (bis todo)
Sembraremos de esperanza
y alegría los caminos. (bis todo)
4. Cuanto soy y cuanto tengo,
la ilusión y el desaliento. (bis todo)
Yo te ofrezco mi semilla,
y Tú pones el fermento. (bis todo)