GUÍA: Domingo 17 del Tiempo Ordinario C. Estamos ante Tí, Señor, nos llamas y nos reúnes. Somos tus hijos y te encontramos en nuestro corazón. Tu presencia llena la vida y satisface nuestros deseos. Espíritu de Dios, ven sobre nosotros, ilumina nuestros corazones, enciende el fuego de tu amor. Repasamos nuestra semana, te presentamos nuestro ser y hacer. Acógenos para que te conozcamos más y escuchemos tu Palabra. La imagen del faro en el mar nos estimula a iluminar allí donde estamos. Jesús nos acompaña y fortalece nuestro resplandor. Se acerca la Semana de la Juventud en torno a Jesús y el Papa Francisco. Aportemos nuestra oración y unámonos a los jóvenes del mundo. SILENCIO REFLEXIVO, ABIERTO A DIOS.
Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo, y habéis resucitado con él, porque habéis creído en la fuerza de Dios que lo resucitó de entre los muertos. Estabais muertos por vuestros pecados, porque no estabais circuncidados; pero Dios os dio vida en él, perdonándoos todos los pecados. Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas y era contrario a nosotros; lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz.
GUÍA:La fe nos dice que hemos sido sepultados con Cristo en el Bautismo. Renacemos con Él. Si vivimos la fe nuestro renacer se hará cada día más efectivo. Nos hace pasar de la muerte del pecado a la vida. En nuestra oración abrimos el corazón a este don y permitimos que Jesús resucitado nos transforme en hombres nuevos. Acogemos su presencia resucitadora y nos disponemos a actuar según el hombre nuevo, Jesús. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE ACOGIDA, AGRADECIDO.
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.»
Él les dijo: «Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación."»
Y les dijo: «Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle." Y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos." Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?»
GUÍA: Jesús orando. Estamos junto a él. Nos unimos a su oración. Cuando enseña a orar dice el Padre nuestro. Adoración, alabanza al Padre, petición sobre las necesidades, perdón de las ofensas, petición de que nos libre de todo mal. Luego nos dice que el Padre nos dará lo que le pidamos. Nos dará el Espíritu si se lo pedimos. Dejemos que nos envuelvan sus palabras y sentimientos. Sintámonos hijos amados de Dios. SILENCIO CONFIADO, AMOROSO, AGRADECIDO.
SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN
AGRADECEMOS AL ESPÍRITU su amor.
PEDIMOS por las necesidades de nuestro mundo, por la Semana de la Juventud en Polonia.
PADRE NUESTRO con Jesús y toda la humanidad, con todos los jóvenes.
CANTAMOS
Padre nuestro tu que estás
en los que aman la verdad,
has que el reino que por Ti se dio
llegue pronto a nuestro corazón,
que el amor, que tu hijo,
nos dejó, ese amor...
habite en nosotros.
(Se reza la oración tradicional del Padre Nuestro)
Y en el pan de la unidad,
Cristo danos Tu la paz
y olvidate de nuestro mal,
si olvidamos el de los demás,
no permitas, que caigamos
en tentación...
oh señor...
y ten piedad...
del mundo.