REZA Y
COMPARTE JUVENIL
UNA
CRIATURA NUEVA
GUÍA DE
ORACIÓN J 30-03-25 IV Domingo de
Cuaresma «Laetare»
GUÍA: La Cuaresma está adelantada. Es
cuarto domingo de Cuaresma. Este domingo se llama de Laetare porque tiene un
matiz de alegría en el conjunto de este tiempo. Una criatura nueva nace para
los que viven en Cristo. Él reconcilia al mundo con Dios. Nos unimos a él y nos
dejamos reconciliar. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE VUELTA A CASA, DE AMOR
FILIAL.
Lectura
de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5,17-21):
Hermanos:
Si alguno
está en Cristo es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo
.
Todo procede
de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y nos encargó el
ministerio de la reconciliación.
Porque Dios
mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirles cuenta de
sus pecados, y ha puesto en nosotros el mensaje de la reconciliación.
Por eso,
nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara
por medio de de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis
con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado,
para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios.
GUÍA:
Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo. La
justificación nos viene por él. Padre, acércanos a ti, a tu Hijo, para poder
vivir en tu amor y tu verdad. Distribuimos ese amor a la humanidad necesitada
de cercanía y verdad. SILENCIO DE PRESENCIA, DE FE, AMOR Y ESPERANZA.
En nombre de
Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. El camino del mar Rojo lo
pasamos en verdad y con amor. Guardemos las necesidades y caminemos en la
verdad. Abrir el corazón y llenarlo de ternura para llegar al Padre, con el
Hijo, en el Espíritu Santo. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE SABIDURÍA, DE AMOR.
Salmo
Sal
33,2-3.4-5.6-7
R/. Gustad y
ved qué bueno es el Señor
Bendigo al
Señor en todo momento,
su alabanza
está siempre en mi boca;
mi alma se
gloria en el Señor:
que los
humildes lo escuchen y se alegren. R
Proclamad
conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos
juntos su nombre.
Yo consulté
al Señor, y me respondió,
me libró de
todas mis ansias. R.
Contempladlo,
y quedaréis radiantes,
vuestro
rostro no se avergonzará.
El afligido
invocó al Señor,
él lo
escucha y lo salvó de sus angustias. R.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (15, 1-3.11-32):
En aquel
tiempo, solían acercaron a Jesús todos los publicanos y los pecadores a
escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
– «Ese acoge
a los pecadores y come con ellos.»
Jesús les
dijo esta parábola:
– «Un hombre
tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: «Padre, dame la parte que
me toca de la fortuna.»
El padre les
repartió los bienes.
No muchos
días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo,se marchó a un país lejano,
y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo
había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a
pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel
país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Deseaba saciarse de las
algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.
Recapacitando
entonces, se dijo:
«Cuántos
jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de
hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo:
trátame como a uno de tus jornaleros. «
Se levantó y
vino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se
le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo
cubrió de besos.
Su hijo le
dijo: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme
hijo tuyo, «
Pero el
padre dijo a sus criados:
«Sacad en
seguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias
en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un
banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y
lo hemos encontrado.»
Y empezaron
a celebrar el banquete.
Su hijo
mayor estaba en el campo.
Cuando al
volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los
criados, le preguntó qué era aquello.
Este le
contestó:
«Ha vuelto
tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado
con salud.»
El se
indignó y no quería entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Entonces él
respondió a su padre:
«Mira: en
tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me
has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha
venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el
ternero cebado.»
El padre le
dijo:
«Hijo, tú
estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un
banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido;
estaba perdido, y lo hemos encontrado»».
GUÍA: Hijo todo lo mío es tuyo. Celebramos
el encuentro de tu hermano. ¿Nos identificamos de alguna manera? Dar ternura, buscar lo nuestro, alejarse son
otras formas de recibirle. Analizamos nuestros comportamientos y actitudes.
Danos, Padre, la paz del corazón y que sepamos sembrarla alrededor. SILENCIO
DE RECONOCIMIENTO, DE COMPROBACIÓN, DE SIEMBRA.
HACEMOS
SÍNTESIS DE LO ESCUCHADO Y ORADO. AGRADECEMOS SU PRESENCIA Y PALABRA.
PEDIMOS A
MARÍA QUE ACOMPAÑE EL CAMINO Y NOS FORTALEZCA EN LA FE.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.
/ Padre,
yo busco tu amor, Padre, vuelvo a ti;
mira que
tu hijo soy, Padre, vuelvo a ti /2
Lo
reconozco, a veces olvidé
que eres
mi Padre y que a mi lado estás,
que soy
tu hijo y me aceptas como soy,
sólo me
pides: «vive en sinceridad».
Quiero
sentirte cercano a mí, Señor,
oír tu
voz, que me habla al corazón,
sentirme
libre desde tu libertad,
ser signo
vivo de la fraternidad.
/ Padre,
yo busco tu amor, Padre, vuelvo a ti;
mira que
tu hijo soy, Padre, vuelvo a ti /2
Fuente:https://youtu.be/9VwEMCXw4uk