GUÍA: Un nuevo encuentro con Jesús. Nos ha dicho que está con nosotros. Que
donde hay dos o más personas reunidas en su nombre, allí está Él. Cada día
pasan por el blog muchas personas. Suponemos que estamos en el nombre de Jesús.
Por lo tanto, también pasa Jesús y nos anima con su Palabra y ejemplo. El Padre
y el Espíritu nos acompañan y hacen que nuestros corazones se dispongan a
seguir su voluntad, la ley del amor. Nos preparamos para la escucha y nos disponemos
a ser receptores de la verdad y el amor que Jesús nos trae. SILENCIO ANTE
JESÚS, ACOGEMOS SU MIRADA.
De la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (5,1.13-18):
Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud. Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Porque toda la Ley se concentra en esta frase: «Amarás al prójimo como a ti mismo.» Pero, atención: que si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente. Yo os lo digo: andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne; pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Hay entre ellos un antagonismo tal que no hacéis lo que quisierais. En cambio, si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la Ley.
GUÍA: ¿Qué nos dice esta Palabra? Libertad, amor, dominio del Espíritu. Dejemos
que la libertad del Espíritu nos plenifique. ¿Nos vemos ocupados por esta
libertad y andando según el Espíritu? Habrá momentos en que nuestros pasos son
pequeños. Otras veces nos sentimos más fuertes. Jesús, Tú conoces nuestra vida.
Acompaña nuestros pasos para que
lleguemos al Padre y a los hermanos. Expresamos nuestros sentimientos y
analizamos nuestras actuaciones. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE ENTREGA.
Del santo evangelio según
san Lucas (9,51-62):
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?»
Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas.»
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
A otro le dijo: «Sígueme.»
Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.»
Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.»
Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.»
Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?»
Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas.»
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
A otro le dijo: «Sígueme.»
Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.»
Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.»
Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.»
Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»
GUÍA: Se nos presentan distintas llamadas por parte de Jesús. Nos
sentimos interpelados para saber cuál es la nuestra. Jesús, por una parte
quiero ser de los tuyos, por otra no acabo de comprometerme a lo que Tú
quieres. Le decimos en qué situación estamos, cómo nos comprometemos, si queremos estar con Él, cómo lo podemos o
queremos hacer. Escuchemos lo que surge
en nuestro interior. Escuchemos la frase que nos dice a nosotros. ¿Cómo respondemos?
SILENCIO REFLEXIVO, DE ESCUCHA Y PETICIÓN.
¿CÓMO HA SIDO NUESTRO ENCUENTRO?. ¿Qué nos queda ?
OFRECEMOS, AGRADECEMOS, RESPONDEMOS
PEDIMOS
INVOCAMOS A MARÍA Le confiamos nuestros deseos.
PADRE NUESTRO con Jesús.
TU ME LLAMAS, SEÑOR, Y ME QUIERES
Tú me llamas, Señor, y me quieres mandar,
a llevar tu palabra por tierra y por mar,
pero yo no podré anunciar tu verdad,
porque soy como un niño que no sabe hablar.
Ya, antes que hubieras nacido
por siempre pensaba yo en ti,
no habías nacido y ya eras profeta,
no habías nacido y te consagré.
por siempre pensaba yo en ti,
no habías nacido y ya eras profeta,
no habías nacido y te consagré.
No, no digas que eres un niño,
un niño que no sabe hablar,
no sientas tristeza; no temas al mundo,
pues siempre en la lucha contigo estaré.
un niño que no sabe hablar,
no sientas tristeza; no temas al mundo,
pues siempre en la lucha contigo estaré.
Tú, serás mi antorcha radiante
que lleve a los hombres la luz.
Serás mi profeta que hable a las gentes
y que lleve en sus labios palabras de amor.
que lleve a los hombres la luz.
Serás mi profeta que hable a las gentes
y que lleve en sus labios palabras de amor.
Yo te doy poder sobre el mundo,
poder sobre toda nación.
Extirpa y destruye, prepara la siembra
y planta en los hombres semillas de amor.
poder sobre toda nación.
Extirpa y destruye, prepara la siembra
y planta en los hombres semillas de amor.